El rector de la Universidad de Oviedo, Ignacio Villaverde, pidió ayer “respeto” al alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, y al de Mieres, Aníbal Vázquez, con las decisiones que toma la institución académica. Lo hace unos días después de que estos dos regidores se hubieran enzarzado en un fuego cruzado dialéctico a cuenta de la posible mudanza de la Escuela de Minas al campus de Barredo, en la comarca del Caudal, tal y como ha propuesto el rectorado. Oviedo se resiste al traslado con uñas y dientes. Canteli incluso aseguró que a la Escuela “se la está tratando como un enfermo terminal”. Sus palabras provocaron un terremoto en Mieres.
“Ni la Universidad de Oviedo ni este rector va a contribuir a esa escalada ni a ese ruido”, señaló Villaverde. La decisión final para Minas está próxima. Precisamente, ayer se celebró un consejo rectoral –vienen haciéndose de forma habitual cada lunes– en el que el máximo representante de la universidad y su equipo debatieron sobre las reclamaciones que había recibido su proyecto para la reordenación de los campus universitarios y que incluye mover la Escuela de Minas desde Oviedo a Mieres, a 20 kilómetros de distancia. “Este es el tiempo de la comunidad universitaria, que ya ha expresado su opinión a través de este periodo de información pública”, señaló. Villaverde adelantó que “estamos cerrando el borrador donde incorporaremos la inmensa mayoría de las aportaciones que se nos han hecho”.
Ese documento que está perfilando el rector con su equipo más cercano tiene que superar bastantes trámites. La primera parada será el claustro universitario que se celebrará el próximo seis de abril. Es decir, el miércoles de la próxima semana. Allí la comunidad universitaria al completo hará sus aportaciones al proyecto de forma abierta y sin corsés. Pero el viaje no acaba ahí. A finales de abril, el documento con las alegaciones y las propuestas finales de reordenación llegarán al Consejo de Gobierno que también deberá darle su visto bueno. Aún falta una más. El conocido como Consejo Social de la Universidad de Oviedo que preside Juan Antonio Pérez Simón y en el que están representados políticos, sindicalistas y empresarios será el que tenga la última palabra sobre el proyecto. Será a finales de mayo, según los cálculos de la Universidad.
Con ese escenario en el horizonte, Villaverde aseguró que “lo que pedimos (a los políticos) es que respeten nuestros ritmos y dinámicas internas y nuestros procesos de tomas de decisión, de la misma manera que nosotros somos escrupulosamente respetuosos con los procesos y con las decisiones que toman otras instituciones”. El posible traslado de Minas se ha encontrado con una fuerte resistencia en Oviedo. El Ayuntamiento en pleno aprobó hace una semana una proposición municipal para exigir a Villaverde una rectificación.
