Medio siglo de experiencia, 400 horas de trabajo y unos 200 kilos de chocolate. Esos son los ingredientes que han hecho posible que la confitería Camilo de Blas de la calle Jovellanos pueda lucir en su escaparate desde el fin de semana una réplica de la catedral de 1,70 metros de altura. “Me llevó tiempo, pero mereció la pena”, explica Tino Helguera, el maestro chocolatero artífice de este trabajo ideado con la doble finalidad de promocionar la campaña de Pascua y, al mismo tiempo, rendir tributo al templo ovetense que recientemente conmemoró sus primeros 1.200 años de historia.
La obra de arte elaborada a base del derivado del cacao fue culminada el pasado viernes tras muchas largas jornadas de trabajo adicionales a la labor que Helguera desarrolla desde hace aproximadamente un año para la cadena de confiterías ovetense. El resultado estará expuesto durante toda esta semana para recordar que estamos en Semana Santa y en plena época de la venta de monas de Pascua, una de las especialidades del grupo que cuenta con una segunda tienda en Santa Susana.
A la reproducción de la Catedral no le falta detalle. Su autor tuvo que hacer un gran esfuerzo para recrear con la mayor fidelidad posible todas las características del emblemático edificio, especialmente en la torre, cuyos elementos decorativos se recrean a la perfección. “Es un auténtico artista”, indicaba Juan José de Blas al asomarse desde el interior de la confitería al escaparate ante el que no paraban de detenerse peatones sorprendidos. “Está teniendo un grandísimo éxito”, añadió.
La figura, que tuvo que ser despiezada y vuelta a montar en el escaparate, será en principio de exhibición, pues, salvo sorpresa, se descarta su comercialización. “Es una cosa excepcional que no se hace pensando en el mercado, sino en el prestigio”, explicó el responsable del negocio confitero.