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Los brotes verdes llegan por fin al campo de fútbol de La Corredoria en Oviedo

El Ayuntamiento saca a licitación la renovación del césped del estadio Díaz Vega, “en pésimas condiciones” según los usuarios

Estadio Manuel Díaz Vega

El estadio municipal de La Corredoria pronto presumirá de brotes verdes. El Ayuntamiento ha sacado a licitación la obra para renovar el césped artificial del Manuel Díaz Vega, por 449.669,8 euros, después de dos años de reclamaciones por parte de los usuarios de este campo de fútbol. “Parecía gomilla deteriorada, solo se veía el caucho, debido al desgaste por la constante actividad sobre el terreno”, explican desde las juntas directivas de algunos equipos. Son ocho los que entrenan en el Díaz Vega cada día hasta las diez de la noche y cuando hay partidos el espacio “se pone hasta la bandera”. Por eso, entre otras mejoras de las instalaciones se demandaba la restauración de esa hierba “casi inexistente”.

Ahora que el Consistorio ha tenido en cuenta esta petición, la preocupación gira en tono al periodo que puedan abarcar los trámites: “Hay mucha incertidumbre. ¿A dónde iremos a entrenar durante el tiempo que duren las obras?”. El plazo de ejecución previsto es de tres meses a partir de la formalización del Acta de Comprobación de Replanteo –sobre si las áreas en las que se han de verificar las obras son las previstos y pertenecen a la Administración–. Aunque después de la demora sufrida en Matalablima, diez meses a la espera de la reapertura del estadio, inquieta que “el trabajo se eternice y comience la pretemporada”. Tal como expresa la presidenta del club La Carisa, María Luisa Urbaneja: “Somos muchos y reubicarnos para entrenar va a ser un trabajo”.

San Juan La Carisa, la SDCR La Corredoria, Los Prados San Julian, Oviedo City F. C. y La Florida son los usuarios locales del campo. A estos se suman el Unión Comercial de Tudela de Veguín, El Nalón y otra agrupación que practica una modalidad similar a la del fútbol americano. Cuando el Díaz Vega se inauguró, en 1999, fueron los dos primeros, quienes se convirtieron en titulares del barrio y con el tiempo fueron sumándose adeptos que ahora dificultan el reparto de horarios. “Nos van arrinconando”, afirma Urbaneja, que no encuentra sentido a que incluso equipos que cuentan con sus propias infraestructuras acudan allí varias veces por semana. Todo ello sin contar con los meses que las diferentes categorías de los equipos del Guillén Lafuerza y el Beryma tuvieron que recurrir a estas instalaciones debido al cierre de Matalablima, lo cual resultó una odisea para unos y otros.

La problemática no es dar cobijo a las agrupaciones deportivas que necesiten utilizar el espacio, sino los recortes que eso supone para el resto, según defienden los más veteranos del estadio. “Nuestros clubs no pueden crecer acorde con la densidad de La Corredoria”, asegura la presidenta de La Carisa. Y añade: “Hablamos de 40.000 habitantes, es el barrio más grande de Oviedo. Hay muchísimos niños y no podemos darles la cobertura que deseamos porque no podemos hacer más equipos”. El problema, explican, es tener que repartir las siete horas de entreno entre tantos, como si se tratase de “una barra de pan para ocho comensales”.

La solución, a juicio del presidente de la SDCR La Corredoria, Alfonso Alonso, sería edificar otro campo en La Corredoria... “O en cualquier otro sitio”. Defiende que cada día hay más equipos y sería útil contar con instalaciones nuevas. “Aunque entendemos que quien gestiona ya tiene bastantes problemas y es necesario dar cabida a todas las agrupaciones”, matiza Alonso. 

Otro asunto que les gustaría ver resuelto a los usuarios es la iluminación, ya que el recinto cuenta con luces muy rudimentarias que imposibilitan la visibilidad si la meteorología es desfavorable. “Los focos son grandes, pero no se ve nada en cuanto llueve. Casi todos los campos del municipio tienen luces led y nosotros la normal. Estamos obsoletos”, denuncia el presidente de la SDCR La Corredoria, Alfonso Alonso. 

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