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El pasado judicial del asesinado de Erika por amenazas en pleno centro de Oviedo: “Eres muy guapa, me gustas mucho, ¿quieres venirte conmigo?”

Postolache afrontó 2 procedimientos judiciales: de uno fue absuelto y el otro se saldó con una multa

Una esquela en memoria de Erika en una concentración en repulsa del asesinato celebrada en La Escandalera LUISMA MURIAS

Igor Postolache ingresará en prisión en cuanto reciba el alta hospitalaria, pero esta no es la primera ocasión en que el ahora procesado afronta un procedimiento judicial. El TSJA hizo públicas ayer tres sentencias en relación con los dos procedimientos por los que estuvo imputado anteriormente el ahora investigado en Asturias. Una de ellas es absolutoria de un delito leve de amenazas del Juzgado de instrucción n.º 4 de Oviedo, que no fue recurrida; y la otra es condenatoria del Juzgado de instrucción n.º 2 ovetense, con una multa de ocho euros diarios durante dos meses por un delito leve de coacciones, que recurrió. La sentencia de apelación, dictada por la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Oviedo, disminuyó la multa de ocho euros diarios durante dos meses a un mes.

En el año 2019 Postolache se sentó en el banquillo acusado de un delito de amenazas proferidas contra varias jóvenes en pleno centro de Oviedo –un caso del que dio cuenta en su día LA NUEVA ESPAÑA–. En el relato de hechos probados, el juez asegura que en torno a las diez de la noche del 30 de agosto del citado año el hombre se acercó a la joven que luego le denunciaría con la intención de hacerle una pregunta. Momentos después se dirigió a ella con expresiones tales como: “Me turba la razón al verte” o “me estoy poniendo nervioso al mirarte”. Incluso llegó a decirle: “Me gustaría ponerte una bolsa de plástico en la cabeza”. Diez días antes, según relata la sentencia, había abordado a otra joven con preguntas incómodas, como “¿crees en el destino?” o “¿te han decepcionado los hombres a lo largo de tu vida?”. Después, acariciándole la cara, le dijo a la chica: “Eres fantástica”. El 1 de mayo, en la céntrica calle Uría –siguiendo el relato de hechos probados del juez– el hombre se aproximó a una tercera joven con idénticas intenciones. “Eres muy guapa, me gustas mucho ¿quieres venirte conmigo?”.

El acusado negó los hechos ante el juez. El magistrado, por su parte, dictaminó que, “no aportando las denunciantes en sus declaraciones datos para poder entender que concurren los elementos de un delito leve de amenazas, los hechos solo podrían integrar una antigua falta de vejaciones injustas despenalizadas tras la reforma del Código Penal”, por lo que el caso quedó archivado.

La de 2019 no era la primera vez que el acusado se sentaba en el banquillo. Hay una sentencia previa, de apenas una semana antes, en la que se le condena al pago de una multa de 8 euros al día durante dos meses. En aquella ocasión fue denunciado por una joven pasajera de la línea L2 del autobús Oviedo-Trubia, a la que el reo llegó a coger de la mano tirando de ella. Días después, en septiembre de 2019, cuando la joven estaba esperando el autobús en la calle Uría antes de las fiestas de San Mateo, el denunciado se dirigió a ella pidiéndole su número de teléfono. La chica buscó auxilio en un grupo de jóvenes cercanos, que le prestaron ayuda y espantaron al acosador. La denunciante asegura que se vio obligada incluso a cambiar sus rutinas de movilidad. La multa quedó rebajada posteriormente a la mitad (240 euros en total) al apreciar la Audiencia Provincial parte del razonamiento del abogado defensor. En la sentencia de la Audiencia Provincial matiza algunas de las expresiones recogidas en el fallo anterior sustituyendo, por ejemplo, “agarrando de la mano a la denunciante” por “intentando coger de la mano a la denunciante”.

Denuncias de otras jóvenes

“Era del Este, de unos 30 años, de ojos azules, delgado, calvo, y te increpaba”. Se trata de la descripción de un acosador que varias chicas de Oviedo habían compartido en los últimos años, al menos desde 2019, después de haber sido asaltadas por la calle en múltiples ocasiones y que esta semana conocieron, con horror, que la descripción de los hábitos de su perseguidor coincidían con los del detenido por el asesinato de la adolescente Erika Yunga. La noticia de que Igor Postolache tenía antecedentes y había sido detenido en otras ocasiones es lo que hizo reaccionar a una de sus víctimas anteriores a través de las redes sociales. Al denunciarlo públicamente ayer por la mañana, otras de las jóvenes que habían sufrido sus agresiones se animaron a contarlo. “Sabíamos que era peligroso”, denuncian varias de las afectadas.

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