La librería Ojanguren, inaugurada en 1856 y con 166 años en activo, es la decana del comercio ovetense. En “Negocios de siempre”, la nueva marca que identificará a las tiendas con más solera de Oviedo, hay registrados otros ocho establecimientos centenarios: Diego Verdú, la tienda de turrones abierta en 1878; Casa Germán (1890), de telas; la de ropa de hogar El Mundo (1903), la confitería Camilo de Blas (1914); J. Collado (1914), de artículos religiosos; la peluquería Escotet (1919), la joyería Moyano (1920) y la librería Cervantes (1921). Y a ellos se les suman doce establecimientos que llevan con las puertas abiertas más de 75 años. Son los clásicos del comercio carbayón, a los que ahora el Ayuntamiento de Oviedo, a través de la Concejalía de Economía, rinde homenaje y de los que presume en un escaparate virtual al que se accede en la web www.negociosdesiempre.es. Desde ella se accede al directorio de 21 establecimientos, a un plano de Oviedo con sus ubicaciones y a los vídeos en los que los propietarios de cada negocio relatan su historia. Cada uno de los locales estará identificado con un distintivo.
El escaparate de las tiendas con historia
La marca. “Negocios de siempre” es la nueva marca de calidad creada por la Concejalía de Economía de Oviedo, que identificará a los establecimientos comerciales con más de 75 años de historia en la ciudad. Arranca con 21 tiendas y entre ellas la decana es la librería Ojanguren, que lleva 166 años abierta al público.
La web. En www.negociosdesiempre.es se puede acceder al directorio de los “Negocios de siempre”. Hay un plano de Oviedo, con la ubicación de cada uno de los citados, y vídeos en los que los propietarios cuentan la historia de cada uno de los establecimientos.
Paloma de Blas, tataranieta del fundador de la confitería Camilo de Blas, que abrió primero en León en 1876 y unos años después, en 1914 en Oviedo, agradece la iniciativa institucional para “promocionar negocios tradicionales y familiares”. Pronto colocará en el local de la calle Jovellanos el distintivo de “Negocio de siempre”. Uno de los emblemas de Camilo de Blas es el establecimiento en sí que, restaurado hacia el año 2010, mantiene su aspecto original. Conserva el mármol de Carrara del mostrador, el mosaico de Codorniu y la caja registradora con la que abrió al público. “Es un lujo, algo difícil de ver”, comenta Paloma de Blas, la primera mujer al frente del negocio. Su padre, José Juan de Blas, suele andar por el local, “muy al tanto de los turistas y más de una vez ha hecho alguna minivisita guiada sobre la marcha”.
Entre los “Negocios de siempre” hay joyerías, tiendas de decoración, ultramarinos, ferreterías, comercios de moda y una peluquería. Algunos han pasado de padres a hijos, como Diego Verdú o Camilo de Blas, que van por la quinta generación. “El comercio de proximidad es un elemento fundamental para Oviedo, no sólo por su importancia en la economía local y en la generación de empleo, sino también por haberse convertido en un atractivo turístico más para quienes visitan la ciudad”, sostiene el concejal de Economía Javier Cuesta.
