El presunto acosador del barrio de Teatinos fue detenido esta semana después de que algunas de sus víctimas hubieran difundido su identidad e incluso grabaciones suyas a través de las redes sociales. Esos vídeos fueron determinantes para que los agentes de la Policía Nacional pertenecientes a la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana y de la Policía Judicial le consiguieran echar el guante y el presunto acosador acabara entre rejas, en prisión.

La detención llega unas semanas después del asesinato de la joven Erika Yunga a manos, presuntamente, de su vecino Igor Postolache que había sido denunciado en varias ocasiones por casos de acoso similares. Con lo que la sensibilización social es máxima. De hecho, la forma de actuar de ambos tiene bastantes similitudes.

En el caso del acosador de Teatinos, los hechos se remontan al día diez de este mes. Ese domingo una vecina del barrio estaba parada en la vía pública escribiendo un mensaje con su móvil cuando notó que el presunto agresor se colocaba detrás de ella y comenzaba a restregársele. Le echaba el aliento en la nuca, tenía la bragueta bajada y la mano en los genitales. La víctima de la agresión corrió a avisar a su padre que la ayudó a dar caza al acosador. Lo encontraron a unas calles de distancia. La chica y su padre le echaron una buena bronca y le advirtieron que no volviera a acercarse otras mujeres. Ella grabó la escena en vídeo con su móvil y la subió a las redes sociales. La repercusión fue enorme, y dio pie a muchos más testimonios de otras víctimas.

Un día después del suceso, la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) de la brigada provincial de la Policía Judicial inició una investigación por un presunto delito de abuso sexual. La difusión en internet de los datos del agresor fue clave para agilizar todo el proceso.

No era la primera denuncia que había contra este presunto acosador. El sábado nueve de abril ya había actuado en un autobús urbano de la capital asturiana, un método que recuerda mucho al que había utilizado con anterioridad Igor Postolache. En esa ocasión, otra de sus víctimas denunció que el acosador de Teatinos se había sentado junto a ella y le había hecho tocamientos en las piernas y los glúteos, así como en sus partes íntimas.

La Policía asegura que gracias a la información aportada por las víctimas se logró la identificación del presunto agresor estableciéndose, inmediatamente, un complejo dispositivo policial para localizarlo. Eso ocurrió el pasado 18 de abril gracias, matiza la Policía, a la colaboración de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana.

Una vez puesto a disposición judicial, se decretó su ingreso en prisión. Al agresor le constan antecedentes por delitos contra la libertad sexual. De hecho, ahora mismo está cumpliendo condena bajo libertad vigilada durante un año en el Centro Penitenciario de Asturias.