Victoria Buenaga, Martina de Santiago y Mateo Fernández cursan segundo de la ESO en el colegio Santo Ángel de la Guarda. Escuchan música clásica “de vez en cuando”, en la radio del coche o cuando la ponen sus padres por casa; Victoria incluso toca el piano y está algo familiarizada con Beethoven o Mozart. Así es la tónica general entre los adolescentes: cierto conocimiento pero poca pasión por este género cultural. Por eso, el programa de conciertos para escolares regresó esta semana al teatro Filarmónica con la intención de captar los tímpanos y la atención de los jóvenes, que están más acostumbrados al Tik Tok y los vídeos rápidos que a una sinfonía, tal como aseguró el presentador del espectáculo Gustavo Moral.
Los pases, que durarán hasta el 22 de abril, son dirigidos por el maestro Julio César Picos e interpretados por la OFIL (Oviedo Filarmonía). Ayer, acabaron cosechando multitud de aplausos y vítores entre los asistentes, que en todo el programa rondarán los 3.000, la misma cantidad de alumnos de institutos que pasarán por las dos funciones diarias con duración de una hora y media.
“La idea es ofrecerles un menú con dos entrantes y un plato fuerte”, describen desde la organización. Los primeros fragmentos darán paso a una sinfonía de casi media hora, que será previamente explicada por Moral. Mozart, Haydn y Britten son los invitados a alternar las presentaciones e imágenes que forman parte del espectáculo. “Sirve para aprender cosas nuevas”, aseguran los alumnos del Santo Ángel de la Guarda, que están satisfechos de salir con más compositores apuntados en su lista. Además, es un gusto para todos los presentes retomar esta actividad de manera presencial después de dos años de parón debido a la pandemia. “Seguiremos intentando acercar al público más joven a la tradición musical”, asegura el concejal de Cultura José Luis Costillas.
