“La ficción no debe aspirar a ser una mímesis de la realidad, es algo superior”. Así lo explicó ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA el escritor Jon Bilbao, que intervino en el ciclo “La huella del Tigre”, actividad organizada por Tribuna Ciudadana y paralela al premio “Tigre Juan”, que Bilbao ganó en 2010 con el libro de relatos “Bajo el influjo del cometa”.

“Todos hemos pasado por procesos que marcan un antes y un después en nuestras vidas, cuando piensas en escribir tu historia. Pero cuando pones por escrito esas vivencias se convierten en una sarta de tópicos: eso que te ha sucedido no es tan excepcional y antes les pasó a muchas personas que han escrito sobre ello y además lo han hecho mejor que tú”, indicó Bilbao, para dejar constancia de que él siempre trata de transformar la realidad en una ficción, para hacerla más interesante. “Una primera lectura en la que no hay espacio para la ambigüedad ya resta interés al relato”, indicó el escritor, asturiano de Ribadesella y afincado en el País Vasco. “Es importante no dar la espalda a la cultura popular. Los que escribimos no deberíamos caer en eso, si esto sucede los culpables seremos los propios autores pecando de esnobismo”, resaltó el autor, cuyo libro más reciente es “Los extraños”, en el que recupera a los protagonistas de “Basilisco” y los encierra en una casona riosellana durante el invierno cantábrico a la que de pronto llegan unos “extraños”. Jon Bilbao, al que presentó Rafael Gutiérrez Testón, presidente de la Asociación de Libreros del Principado, considera frustrante para los lectores enfrentarse a textos que quieren pasar por reales, “cuando lo que hacen es deformar los hechos”. Para Jon Bilbao no cabe duda de que la ficción y la realidad se necesitan mutuamente y de alguna manera interactúan. “Esas historias rebozadas de cinismo no son realistas; nuestras vidas son una combinación de buenos y malos sentimientos”, concluyó.