En plena temporada de exámenes, muchos estudiantes ovetenses habían trasladado sus críticas al Ayuntamiento de Oviedo por mantener restricciones covid en la mayoría de sus centros de estudio, que estaban funcionando por debajo de su capacidad normal prepandémica. La anormalidad en estos locales se acabará, sin embargo, esta misma semana. Así lo confirmó ayer a este periódico la concejala de Juventud, Covadonga Díaz, que indicó que todos los centros de estudio que están abiertos recuperarán su aforo máximo.

Hasta ahora, y pese a que la normativa covid vigente en Asturias solo establece restricciones para los transportes públicos y los centros sociosanitarios, los centros de estudio seguían con los aforos restringidos, del 50%, 60% o 70%, según los casos.

La presencia de pegatinas que impedían utilizar determinados asientos era el resultado, explica la concejala, de los déficits en la ventilación de estos edificios, con sistemas viejos que no lograban mantener un nivel adecuado de CO2. Con estos problemas, y dada la evolución de la enfermedad, que todavía presentaba niveles medios de afección en la población, razonó Díaz, el “sentido común” indicaba que “lo lógico” era mantener las restricciones.

Ahora, tras cotejar nuevos datos de la evolución de la enfermedad y consultar a los servicios técnicos, el área de Juventud anunció que eliminará ya las restricciones de todos los centros de estudio “que están abiertos”. El matiz es importante, porque no están funcionando todavía las salas de estudio que están ubicadas en centros sociales que no han reabierto, como es el caso de Campomanes y El Cristo, y que dependen de otra concejalía.

Los estudiantes se quejan de que la extensión de una normativa covid que ya no debería aplicarse en este tipo de recintos se extiende también por otros centros muy demandados en época de exámenes. Es el caso de la Biblioteca de Asturias, en el Fontán. Las salas utilizadas de forma habitual por los estudiantes siguen con limitaciones en el número de plazas, con aforos covid, con muchos espacios sin utilizar y con las ventanas completamente abiertas, enumeran. Además, en ese mismo centro sufren otro tipo de problemas, indican los estudiantes, como el del uso de los lavabos, cerrados con mucha frecuencias por averías.