Copiar los modelos de éxito de otras ciudades de España para garantizar la buena atención en las terrazas hosteleras de las zonas protegidas de Asturias sin afectar a la estética de espacios protegidos por la consejería de Cultura del Principado. Esa es la propuesta que el presidente de la patronal Otea, José Luis Álvarez Almeida, llevó este lunes al director general de Patrimonio Cultural, Pablo León, después de que el gobierno regional respondiera negativamente a la propuesta incluida en el borrador de revisión de la ordenanza de Oviedo de facilitar la colocación de terrazas fijas, pero sin anclajes, en puntos como el casco histórico o las inmediaciones de los monumentos del Naranco.

Almeida salió de la reunión, a la que acudió con el presidente de la junta hostelera local de Oviedo, David González Codón, y la asesora jurídica de Otea, Inés Álvarez, satisfecho con el compromiso regional de estudiar soluciones que satisfagan las demandas de los hosteleros sin afectar negativamente al ámbito de protección del Patrimonio Cultural en Oviedo y otros municipios asturianos. “Les planteamos nuestra postura, así como la intención de buscar fórmulas que eviten alegaciones contra la revisión de la ordenanza y lo entendieron”, indicó el representante del colectivo hostelero.

El Ayuntamiento ya se topó con la negativa regional al plantear la medida dentro de la revisión de la ordenanza

La propuesta del sector busca habilitar espacios capaces de asegurar la oferta hostelera exterior durante los días de mal tiempo, atendiendo al hecho de que desde la pandemia los clientes se han hecho más partidarios de consumir en exteriores. “Con el modelo actual que solo permite sistemas de sombrillas desmontables los clientes se mojan y en días de mal tiempo es inviable”, argumentan los hosteleros.

Los empresarios apuestan por abrir un poco la mano. Consideran que entre las terrazas desmontables y las fijas con anclajes existe la posibilidad de optar por una solución intermedia. Los negocios piden poder contar sistemas de despliegue de toldos como los que ya existen en otros cascos históricos del país cuyo desmontaje no sea obligatorio a diario, pero que puedan ser plegados minimizando el impacto visual negativo al patrimonio.

En el caso concreto de Oviedo, las limitaciones actuales impiden colocar terrazas de esta naturaleza en el casco histórico, así como en las inmediaciones del Prerrománico o el Camino de Santiago. Los hosteleros confían en la comprensión del Principado para que el cambio pueda salir adelante.