Santa Bárbara Sistemas exhibe músculo en Eslovaquia. La compañía es uno de los tres finalistas del contrato que el Ministerio de Defensa de este país adjudicará en breve para la fabricación de 152 nuevos blindados de guerra en una primera tanda, aunque el número podría ser bastante superior. El contrato está valorado en 1.740 millones. La fabricación de estos vehículos se realizaría en la Fábrica de Armas de Trubia.
Hace solo unos días el Gobierno de aquel país sometió a los tres finalistas del concurso –incluido el blindado Ascod (también conocido en España como Pizarro) de Santa Bárbara– a una serie de pruebas sobre el terreno para evaluar su resistencia; también se llevaron a cabo pruebas de tiro; de ergonomía (de comodidad, de ruido y vibraciones), y de medición de algunos parámetros técnicos que exigen las fuerzas armadas de la República de Eslovaquia. Entre estos últimos figuran la capacidad para el almacenamiento de armas y equipos.
Las pruebas, según apuntó el Ministerio de Defensa eslovaco, se incorporarán al estudio de viabilidad de las tres ofertas, que será el que estudie el Gobierno para tomar una decisión que se prevé rápida. Rapidísima. Tanto que podría adoptarse ya a comienzos de junio. En la terna, además de Santa Bárbara, están también la compañía alemana Rheinmetall, con un blindado bautizado como Lynx KF41, y la filial sueca de la británica BAE Systems, con el CV90.
El Ascod es la versión internacional de los blindados de cadenas Pizarro que Santa Bárbara fabricó para el Ejército español. El Gobierno eslovaco lleva un tiempo intentando modernizar sus vehículos de combate. Más en concreto, su objetivo es el de sustituir sus actuales blindados, los modelos BVP-1; BVP-2 y BVP-M. El Ascod fue diseñado en los años noventa por ingenieros españoles de Santa Bárbara Sistemas y austriacos de Steyr.
