“¿Cuánto lleva la fuente de Clarín sin agua?”. Esa es la pregunta del millón que muchos asiduos del Campo San Francisco llevan años haciéndose y que ahora actualiza la respuesta: desde ayer. Técnicos de la compañía Aqualia realizaron este jueves un gran despliegue con motivo de los trabajos con los que el Ayuntamiento de Oviedo quiere recuperar el funcionamiento de cuatro fuentes en el parque: la del monumento a Clarín, la del monumento a Tartiere, la del segundo angelín y el Neptuno, escultura que volverá a ser fuente cuando el Ayuntamiento acabe de recuperarla tras su rescate del depósito del Museo de Bellas Artes.
El agua volvió a manar del surtidor junto al monumento a Clarín se dejó ver ayer mismo emanando, gracias al avance de los trabajos de los técnicos de Aqualia, entre ellos la excavación de una profunda zanja y una puesta a punto de las canalizaciones que obligó a alguno de los trabajadores a tumbarse completamente en el suelo para manipular la primitiva instalación.
El simple hecho de ver la fuente con agua captó la atención de muchos peatones. “Vengo a diario desde hace al menos quince años y no la recuerdo echando agua”, sostuvo Gerónimo Fernández, un vecino del barrio de Pumarín que suele iniciar sus rutinas de jubilado con un paseo hasta Llamaquique atravesando el emblemático parque ovetense.
A pesar del entusiasmo de algunos, los operarios dejaron claro que se trataba únicamente de pruebas. “De momento, todavía tardaremos en verla funcionando”, apuntaron a un paseante curioso al que sorprendió el despliegue de cuatro furgonetas y herramientas de trabajo en torno al monumento, erigido en los años 30 del siglo pasado al autor de “La Regenta” y recuperado tras resultar destruido durante la Guerra Civil.
