Ni siquiera se pudieron saborear los armónicos que siguieron al último acorde interpretado por la treintena de jóvenes que integran el coro de cámara de la Universidad de Oregón. El público, que abarrotaba la Catedral de Oviedo, tributó con sonoros aplausos y “¡Bravos!” la brillante actuación de los cantantes norteamericanos, que pusieron en liza un programa exigente y complejo pero muy atractivo y sugerente.
La velada se inició con unas palabras del representante de la Orden de Santiago en el concierto, José Ramón de Hoces, agradeciendo al arzobispo, al deán, al coro (y los 25 patronos que viajan con ellos) y al Ayuntamiento de Oviedo (representado por los ediles Mario Arias, Alfredo García Quintana, Concepción Martínez y Leticia González) su apoyo en este proyecto que sirve para conmemorar el Xacobeo 2021-2022 y se alinea dentro de las actividades de “Oviedo, origen del Camino”.
Tras su paso por Madrid y Burgos, el coro norteamericano llegó a la catedral del Salvador (paso previo a su concierto del sábado en Santiago de Compostela) pleno de sonido, a pesar del uso de las mascarillas, y demostrando un gran nivel vocal a lo largo de todo el programa. Especialmente destacada fue “Path of Miracles” (de Joby Talbot), una obra de gran longitud que describe los cuatro puntos principales a lo largo del Camino Francés (Roncesvalles, Burgos, León y Santiago de Compostela), donde unas brillantes sopranos y unos bajos superlativos cimentaron el éxito en una obra rica en disonancias y armonías nada sencillas de interpretar. Fue casi hora y media de una extraordinaria calidad musical.
