Durante el Cuaternario, la cordillera Cantábrica estaba cubierta de hielo; aún hoy en Asturias quedan zonas montañosas que guardan señales de aquellas glaciaciones. Sin ir más lejos, en el Parque Natural de Redes (en los concejos de Caso y Sobrescobio), llegaron a desarrollarse 22 glaciares. En los Picos de Europa los mayores vestigios se encuentran en los lagos de la Montaña de Covadonga. Ambas zonas acogieron grandes glaciares. Los sedimentos del lago Enol datan de hace 38.000 años; antes estuvo el glaciar.

Lo explicó ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA Montserrat Jiménez, catedrática de Geología de la Universidad de Oviedo, durante la conferencia “Cambios globales del planeta Tierra: señales desde el hielo”, que abrió un ciclo de colaboraciones con la Sociedad Geológica Asturiana (Sogeas).

A Montserrat Jiménez la presentaron Mónica Meléndez, vicepresidenta de Sogeas, y Carlos Noval, vocal de la asociación, que destacaron las importantes contribuciones de la profesora al estudio de las señales sobre el cambio climático que envía el hielo. “El glaciar de Brañagallones tardó más de 20.000 años en retroceder; es un dato importante, porque hoy en día el hielo desaparece con mucha más facilidad, como indican las fotos que se toman desde el espacio”, señaló. Jiménez destacó la creciente importancia de la actividad humana como agente de cambio en los procesos climáticos. “Estamos en la puerta del Antropoceno, una nueva etapa de la historia terrestre”, indicó. “Antes del Cuaternario ha habido al menos cinco periodos glaciares; el más antiguo, hace 700 millones de años”, recalcó la catedrática de la Universidad de Oviedo. Jiménez también se refirió a los efectos de las glaciaciones que provocaron descensos del nivel el mar, mientras que en los periodos interglaciares se dio el fenómeno contrario. “Las edades del hielo del Cuaternario son múltiples. Ese hielo que aún permanece contiene valiosa información sobre los cambios climáticos”, concluyó.

La próxima charla la impartirá en el mes de julio Luna Adrados, que hablará de la geología como recurso turístico.