Profesores, padres y vecinos del barrio de Ventanielles se reunieron esta mañana en Instituto de Educación Secundaria Pérez de Ayala para protestar por la falta de personal en su plantilla y la necesidad de una mejora de las infraestructuras. "Utilizamos el salón de actos como aula", denunciaba el profesor de filosofía Marco Gutiérrez, una situación de falta de espacio que sufren desde hace décadas y la consejería de Educación prometió solventar hace ya siete años, según afirman los afectados.

Los alumnos desde la ESO hasta Bachiller en ocasiones rebasan el número permitido obligando al uso de espacios como la biblioteca o la sala de música como áreas lectivas: "Tenemos que ir apartando sillas para abrirnos paso durante las clases", ilustra Gutiérrez. Con la supuesta llegada del nuevo IES de La Corredoria asumieron que su tasa de estudiantes se vería algo desahogada, pero tras la recensión del contrato de construcción decidieron tomar cartas en el asunto.

"Hace casi una década nos prometieron una ampliación del centro", asegura el docente Demetrio Pérez. Incluso, desde el instituto, se plantearon habilitar de manera temporal "barracones" como los que se han utilizado en otros colegios, aunque sabían que no era la mejor medida. "Preferíamos eso a tener a los chavales metidos con calzador". A esta falta de espacio se suman carencias en las infraestructuras, debido a que alguno de los bloques cuenta con más de 60 años. "Hay humedades y la calefacción funciona a ratos", asegura la presidenta de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (Ampa), Mari Carmen Ruiz cuyos hijos de 14 y 19 años estudian en el Pérez de Ayala.

Concentración de protesta por la falta de profesores, mejoras en infraestructuras y olvido del instituto. JAIME CASANOVA

Por no hablar, claman, de otra de sus grandes reivindicaciones: el aumento de plantilla. Actualmente son 125 los profesores que se hacen cargo de unos 1.000 alumnos en un centro ideado para 700. Preocupa de manera notoria el absentismo escolar, que en algunos cursos suma en torno a un 10% de los jóvenes. "Hablamos de un absentismo crónico y no hay docentes de guardia para poder controlarlo", explica Pérez junto a Manuel García-Mendoza y ambos señalan las vallas por las que cada día se escapan varios alumnos.

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Además, hay muchos adolescentes con problemas y necesidad de apoyo y no cuentan ni siquiera con una orientadora social. También prescindieron del aula de convivencia para hacer hueco, un espacio que debido a la situación problemática de muchos jóvenes era una propuesta importante, tal y como defendió Ruiz. "Somos un barrio muy grande y con muchas necesidades". Por eso, las asociaciones y vecinos están poniendo su granito de arena a la causa y asistieron a la concentración del miércoles.

Con proclamas como "ampliación más contratación", "más contratación menos hacinación" o "Ventanielles también existe" los asistentes alzaron sus pancartas y banderas a favor de una educación pública de calidad. "La idea es dinamizar el centro y mejorar su oferta educativa", concluía el maestro de matemáticas José Manuel González.