El público infantil es uno de los más exigentes porque no aparta su pequeña mirada de todo cuanto acontece; pero también sumamente agradecido, con una emoción contagiosa y muchos abrazos al concluir el espectáculo. Así lo percibió ayer la cantante asturiana Rita Ojanguren durante el primer día de la segunda edición del “Oreyinas fest”, una semana de música en el colegio de Ventanielles. “Me pareció más ameno ir acompañada de otra compositora, repertorio en portugués y un montón de instrumentos de percusión”, explicaba la artista, que acudió junto a la gijonesa Silvia Vonnadie y su acordeón, cuya música es sobre todo de origen latinoamericano: “Queríamos canciones en más de un idioma y de todos los rincones del mundo”. Y así ambas formaron el combo perfecto para alegrar a los más pequeños del centro educativo, con letras para adultos pero adaptadas a la corta edad de los asistentes, como una versión de “Érase una vez” de Paco Ibáñez.
Al final, aunque no se encontraba en el guion de las actividades, la curiosidad de estos neófitos melómanos les hizo con el mando de la guitarra o el tambor: “Son tan entusiastas que no pudimos evitarlo”, reconocía Ojanguren, que además salió de allí con unos cuantos achuchones.
“A los críos les encanta, tienen pocas oportunidades de ver conciertos y es algo que les resulta llamativo”, afirma la profesora y una de las organizadoras de las jornadas, María Meana. Tal fue el triunfo de este peculiar festival el año pasado y la ilusión por repetirlo que incluso cuenta con su propio “merchandising”: camisetas y pulseras que nada tienen que envidiar al Arenal Sound y unos farolillos hechos a mano por los niños.
En este caso, el pistoletazo de salida constó de dos pases de media hora para los integrantes del edificio de infantil de la escuela del barrio, de 3, 4 y 5 años. Aunque durante los próximos días habrá también acordes preparados para los estudiantes de primaria, de la mano de “Elderly Brothers” y el profesorado de la Escuela de música tradicional “Manolo Quirós”. Según explica Meana, decidieron compartir la música entre las dos infraestructuras que forman el centro: “Me puse manos a la obra junto al profesor de música Iñaki Santianes y hemos conseguido sacarlo adelante”.
Por lo tanto, estos días se podrán escuchar por Ventanielles notas musicales que escapan del colegio y van dirigidas a las “oreyinas” más jóvenes.
