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El IES Pérez de Ayala de Oviedo mantiene sus reivindicaciones: "Los 50.000 euros del Principado son una cortina de humo"

Desde el centro aseguran que de nada sirve aumentar los espacios si falta personal docente: "En lugar de planificar los criterios educativos ponemos parches para solventar las carencias"

El IES Pérez de Ayala de Oviedo mantiene sus reivindicaciones: "Los 50.000 euros del Principado son una cortina de humo"

El IES Pérez de Ayala de Oviedo mantiene sus reivindicaciones: "Los 50.000 euros del Principado son una cortina de humo" VÍDEO: Amor Domínguez/ FOTO: Jaime Casanova

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El IES Pérez de Ayala de Oviedo mantiene sus reivindicaciones: "Los 50.000 euros del Principado son una cortina de humo" Elena G. Díez

"Ventanielles necesita más. El barrio se merece más profesorado, más espacio, más recursos". Es el grito de un barrio que quiere salvar a sus adolescentes de una enseñanza masificada para no mermar su calidad y que nuevamente se ha reunido para expresar su descontento. Han colmado la paciencia de las familias del IES Pérez de Ayala. Reclaman unas condiciones mínimas que creen que no se dan, como ya habían manifestado hace una semana, cuando docentes, miembros del Ampa y alumnos montaron una protesta para para pedir la ampliación de sus instalaciones y de la plantilla. En vísperas de la concentración de ayer martes, la consejería de Educación comprometió 50.000 euros para iniciar los trámites y anunció que convertirían la antigua casa del conserje en aulas. Pero el descontento no cesa. "Ese dinero es una cortina de humo".

Tanto la Asociación de Madres y Padres de Alumnos como el personal docente expresaron ayer su desconfianza, "hasta que no se vean indicios reales". Consideran la promesas "difíciles de creer". Más aún, tras el varapalo que recibieron en el barrio de La Corredoria al anunciarse la rescisión del contrato de obras para la construcción de un nuevo instituto, que allí necesitan con más urgencia si cabe. Esperaban en el Pérez de Ayala que el futuro IES de La Corredoria ayudase a descongestionar Ventanielles.

En la actualidad, el Pérez de Ayala cuenta con 1.000 estudiantes para un espacio de 700 metros cuadrados y "metidos con calzador en clases que son como pasillos" donde, dicen, prima la tensión y falta de comodidad, tal como ilustraba el maestro Demetrio Pérez. La ratio por curso supera en ocasiones el máximo legal establecido, afirman, y el Principado ya había admitido la necesidad de mejoras. Algo que, según aseguran quienes llevan años impartiendo clases en el centro llevan prometiendo "al menos siete años".

Las matriculaciones en el último periodo, tal como asegura Pérez, se han multiplicado y para 2023 se prevé más llegada de jóvenes: "Es un barrio grande y en pleno crecimiento. Se va alargando esta situación mientras unos y otros se pasan la pelota y hablan de la bajada de natalidad".

Incluso con la esperanza de que la solución llegue pronto, explica el profesor José Manuel González, aún se mantiene la escasez de personal. Desde el centro reclaman 30 docentes más y entre ellos dos orientadoras que desahoguen la labor de las que en este momento se hacen cargo de "multitud de adolescentes con carencias y problemas". Los 125 profesores que en este momento trabajan en el centro, "sin contar con las bajas que no se cubren", denuncia Rosario Jiménez, tesorera del Ampa, realizan una labor incansable para minimizar los problemas.

"Cada comienzo de curso, en lugar de planificar los criterios educativos ponemos parches para solventar las carencias", cuenta Demetrio Pérez, que es miembro del consejo escolar, lleva 14 años en el centro y sabe muy bien a lo que se enfrenta. Según él, es imposible centrarse en la enseñanza cuando es necesario improvisar con los recursos de los que disponen: "No puedes dividir por las aulas optativas cuando usas el salón de actos para dar clase". Además, la falta de profesores de guardia fomenta el absentismo que en algunos cursos ya roza un 10%: "Hablamos de un problema crónico".

Esta situación afecta a muchas familias de la zona que sienten que "han sido olvidadas" y les están "tomando el pelo". "Todo repercute en la educación y el desarrollo de nuestros hijos", decía Jiménez. Por eso, desde las asociaciones de Ventanielles también se movilizaron en aras de exigir una educación pública de calidad: "Los barrios también existen".

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