Juan de Lillo: “A mi edad aún conservo la ilusión de un principiante”

Cómo si de un joven periodista ávido de noticias se tratase, Juan de Lillo (Moreda de Aller, 1935) logró llenar ayer la sala del Club Prensa Asturiana para presentar “Contra el olvido”, el más reciente de sus 24 libros, en el que recoge artículos y aspectos de la vida social y cultural de Asturias y de la emigración asturiana, que conoció de cerca y de la que también fue partícipe.

“Creo que soy la única persona que ha venido a presentar un libro al Club con 87 años, la verdad es que conservo la ilusión de un principiante”, aseguró Juan de Lillo, rodeado de familiares (su esposa y sus hijos entre ellos), colegas de profesión y muchos amigos que no quisieron perderse la puesta de largo del libro, con prólogo del abogado y profesor Javier Junceda, que ayer también participó en la presentación. “Es un honor para mí prologar esta obra por la que desfilan personas entre las que todos tenemos algún familiar o conocido”, aseguró Junceda, que en el prólogo destaca el hechizo que desde niño sintió Juan de Lillo por Oviedo, cuando subía y bajaba las interminables escaleras de la antigua Estación del Vasco, en las idas y venidas a su Aller natal. “Me encanta la finura de su pluma y su elegancia a la hora de contar las cosas”, destacó Junceda, con el que también intervino ayer Carlos del Cano, el editor del libro, y la persona que anima a Juan de Lillo a seguir en la brecha.

“Sigo fiel a ese cariño que siempre he sentido por Oviedo, aunque sin renunciar a mi origen allerano”, recalcó Juan de Lillo, que también expresó su orgullo de padre al explicar que la portada es obra de Pablo, uno de sus hijos y reconocido artista plástico. “No deseo que toda esta gente y el tiempo que vivieron pasen a la desmemoria. Es bueno dejar una estela de recuerdos para que los que nos sigan adviertan que la vida no empezó cuando ellos llegaron”, matizó el autor, que fue redactor jefe de LA NUEVA ESPAÑA, donde pasó 25 de sus 40 años de ejercicio profesional.

El libro se estructura en cuatro apartados, uno de los cuales está dedicado a los emigrantes asturianos al otro lado del Atlántico, a la que De Lillo tuvo oportunidad de tratar y entrevistar en sus viajes. “Somos el presente y los recuerdos”, aseguró el periodista, que recoge anécdotas divertidas como la de una destilería ilegal situada en la Argañosa.

Por las páginas desfilan divas de la ópera desde Victoria de los Ángeles a Renata Tebaldi, las tertulias que tanta raigambre tuvieron en la ciudad y momentos claves en la vida de la región, como el descubrimiento de la playa de Salinas para el veraneo.