“Es necesario dormir; el sueño consolida la memoria y produce reparación psicológica”. Lo dijo ayer en el Club Prensa Asturiana Coral Sanfeliu, científica del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona (IIBB), y del CIBER de Epidemiología y Salud Pública, que habló de la estrecha relación que entabla el cerebro con el ejercicio físico. La acompañó María Fernández, delegada institucional del CSIC en Asturias, organizador del ciclo: “Qué sabemos de...”.

“El ejercicio ayuda al ritmo biológico; hay que hacer deporte en la escuela; los niños que lo hacen son mejores en matemáticas”, indicó la conferenciante, que también recomendó el ejercicio aeróbico como el mejor para el cerebro, “es el que consume oxígeno, el que nos hace movernos”, recalcó.

Coral Sanfeliu dejó claro que el ejercicio físico produce beneficios indudables en todo el organismo, en la salud y, por supuesto, en el cerebro. Sin embargo, en la última década han pasado relativamente desapercibidos numerosos avances neurocientíficos que señalan qué tipo de ejercicio es bueno para según qué aspectos.“La intensidad es un factor crucial para obtener resultados concretos ; por ejemplo, el ejercicio extenuante en deportistas produce arritmias; lo ideal es un ejercicio regular de intensidad moderada en intervalos de diez minutos”, aclaró la investigadora. Sanfeliu habló de los efectos del ejercicio en la depresión, la ansiedad, la cognición, el envejecimiento y la neurodegeneración. “Aunque estamos lejos de poder elaborar un plan personalizado de ejercicio útil para cada ser humano, que produzca beneficios para los diferentes sistemas fisiológicos del organismo sin incrementar el estrés, no cabe la menor duda de que el sedentarismo es el enemigo de un cerebro sano”, recalcó.

“El cerebro va cambiando desde que nacemos hasta que morimos. Se va enriqueciendo por los estímulos y es necesario cuidarlo con atención”, resaltó la investigadora. Habló de un estudio realizado en Inglaterra que señala que el cerebro empieza a perder velocidad a partir de los 27 años, edad a la que empieza a disminuir la agilidad de pensamiento y de percepción, con la consiguiente necesidad de más tiempo para reaccionar ante un estímulo. Puestos a romper mitos, la profesora Sanfeliu aseguró que, contrariamente a lo que se cree, las neuronas no se mueren. “Tampoco tiene demasiada importancia, porque tenemos millones; el peligro es que se atrofien y tengan menos arborización, por eso es importante hacer ejercicio para cuidarlas”, explicó. También destacó la dimensión social del deporte, que provoca felicidad.

Emilio Sagi y Emilio Casares, esta tarde


La Ópera de Oviedo cumple 75 años y la entidad que preside Juan Carlos Rodríguez-Ovejero celebra un ciclo de conferencias en el Club para conmemorarlo. Las sesiones cuentan con el patrocinio de la Fundación Ópera de Oviedo, Transportes Cárcaba y el Ayuntamiento ovetense, en colaboración con LA NUEVA ESPAÑA. La primera sesión tendrá lugar hoy a las 19.30 horas con el director de escena Emilio Sagi y el musicólogo Emilio Casares Rodicio, dos sabios asturianos en la lírica mundial.