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Guía para millonarios por sorpresa: ¿Qué podrías hacer con los 11,8 "kilos" que dejó la primitiva en Oviedo?

“La familia es el mayor peligro”, dicen los asesores expertos en casos de agraciados con grandes premios como el del Cristo

Justo Suárez acumula casi medio siglo de carrera como asesor fiscal, económico y financiero. Actualmente cuenta con seis despachos en toda Asturias y, a pesar de haber llevado miles de casos, nunca olvida el de “El millonario de Sariego”, un hombre que en apenas un año dilapidó un cuantioso premio de lotería comparable al del gordo de la primitiva de 11,83 millones, vendido por la administración del Cristo El Gallo de Oro, cuyo agraciado se desconoce. “La discreción es clave, si se entera todo el mundo estás muerto”, sostiene el experto, convencido de que “la familia es el mayor peligro” cuando alguien se encuentra por sorpresa con un aluvión de millones a causa de un sorteo. “Son los primeros en reclamar una parte y presionar al ganador cuestionando su generosidad”, sostiene.

Desde su oficina de la calle Foncalada, Justo Suárez enumera un decálogo de consejos que, asegura, trasladaría sin dudar al misterioso ganador del sorteo del domingo. “Lo primero que debes hacer al enterarte es aterrizar, no comentar con nadie, a poder ser ni la familia, porque son los primeros en largar y poner el cazo”, aconseja este profesional de los números, convencido de que el siguiente paso debe ser buscar a una persona de confianza en el mundo de la banca. “No se puede poner tanto dinero en manos de un desconocido. Luego vienen los disgustos”, apunta.

Para controlar el ansia por vivir como un millonario, Suárez llama a establecer prioridades y satisfacer las más urgentes a corto plazo. “Es lógico que quieras comprarte una casa o un coche bueno, pero con moderación”, dice, insistiendo en la necesidad de “no dar mucho el cante” para evitar el efecto llamada a oportunistas en busca de dinero fácil.

Una vez matado el mono de caprichos, hay que diversificar riesgos. “Siempre aconsejo que se divida el dinero al menos en tres bancos, de los grandes, de reconocido prestigio”, sostiene, subrayando que en caso de hecatombe financiera, cada entidad deberá garantizar 100.000 euros de los depósitos y en todo caso, cree que los grandes bancos serán los últimos en caer. “Si cierran esos cierra directamente España”, añade.

Froilán Blanco y Sandra Rodríguez, con el cartel del premio de 11,8 millones de euros del Gordo de la Primitiva vendido en su administración del Cristo. Miki López

A partir de ahí, su consejo es “estar parado durante un año”. No llamar la atención es imprescindible para seguir manteniendo alejados a los vendedores de humo e inversiones arriesgadas, aunque, puntualiza, en caso de animarse a realizar inversiones, los profanos en el mundillo deben asegurarse de lo que hacen. “Hay que contrastar mucho, yo apostaría por comprar algún inmueble bien situado y con salida en el mercado por si algún día preciso liquidez”, sugiere Suárez.

Se puede vivir bien, mucho más desahogado, pero el peligro de los dispendios nunca tiene límite. “El dinero es finito y hay muchos casos sonados de grandes fortunas dilapidadas en poco tiempo como el del millonario de Sariego que me marcó al inicio de mi carrera”, alerta, a la vez que insta a no olvidarse de la necesidad de rendir cuentas con Hacienda cada año. “Las fortunas de más de dos millones o de cuatro en el caso de declaración conjunta del matrimonio tienen el mismo plazo que la declaración de la renta para liquidar este impuesto”, ilustra sobre unos pagos que, teniendo en cuenta los baremos asturianos, en caso de contar con una fortuna de 9,47 millones –el dinero que le quedará al ganador del Cristo una vez descontado el 20%– la liquidación del impuesto sería de 167.000 euros el primer año y los sucesivos variaría según el patrimonio que mantenga el agraciado.

Para Suárez, la clave para vivir tranquilo hasta el final de los días de un nuevo millonario es sencilla. “El plazo fijo es una garantía, los intereses están por los suelos, pero están en puertas de subir”, adelanta, a la vez que anima al misterioso ganador del sorteo a disfrutar con cabeza de su nueva etapa. “Un premio millonario puede garantizar una vida placentera y sin trabajar si se lleva una planificación básica”, sentencia el asesor.

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