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Oviedo apuntala los diez hórreos municipales

El Ayuntamiento prepara una rehabilitación de las construcciones en peor estado y un plan de conservación para el resto

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Los hórreos municipales de Oviedo José Luis Salinas

Oviedo le pasa revista a sus hórreos y paneras. El municipio cuenta con diez de estas construcciones de titularidad municipal que, por diferentes circunstancias, se encuentran en estado de conservación de lo más diversos. Por ejemplo, la panera que está plantada en uno de los caminos que serpentea el céntrico Parque de Invierno está como nueva; sin embargo, a unos cuantos kilómetros de distancia, el hórreo de San Lázaro de Paniceres se encuentra en estado de ruina. El Ayuntamiento se ha propuesto meterles mano para tratar de convertirlos en un atractivo turístico más de la ciudad. Pero, como en estos casos, las obras a realizar van por barrios. O, mejor dicho, por hórreo. Unos, los que están peor, serán rehabilitados. Y el resto se someterán a un plan de conservación.

Ante esta disparidad de estados, la concejalía de Edificios y Patrimonio y la de Gestión del Patrimonio han elaborado un censo de todos los hórreos y paneras de titularidad municipal. No fue un trabajo complicado. En las fronteras municipales habitan diez de estas construcciones y muchas de ellas, de hecho, están bastante céntricas. Como curiosidad, el barrio de La Corredoria, con tres hórreos, es la zona del municipio que tiene una mayor concentración de estos edificios que antiguamente se destinaban a guardar y conservar los alimentos de la humedad y mantenerlos alejados de los animales. Ahora, en las zonas más céntricas los vecinos los utilizan como lugares en los buscar una sombra en días de calor. De hecho, los de La Corredoria están plenamente integrados en el parque de La Cabornia anexo a la estación del tren.

Los vecinos de este populoso barrio llevan ya unos cuantos años reclamando al consistorio una actuación integral que permita salvar a lo que llegaron a calificar como “joyas del patrimonio” de La Corredoria. Con una pequeña excepción, los de esta zona de Oviedo no son de los que en peor estado se encuentran. Solo en uno de ellos habrá que actuar a fondo.

Ya con el listado de la mano, la concejalía de Edificios y Patrimonio que dirige Luis Pacho realizó una primera visita junto a los operarios de la contrata municipal que se encarga del mantenimiento a estas diez construcciones. El objetivo era echar un primer vistazo al estado en el que se encontraban. El siguiente paso, relatan desde el consistorio, fue el de contactar con la Asociación de Amigos del Hórreo Asturiano para mantener una reunión y hacer con ellos una nueva visita, que tuvo lugar hace ya un mes. Allá por mayo. Es esta agrupación –que nació en Candás por 2016– y que tiene entre sus objetivos la gestión y conversación de estos bienes la que está elaborando un informe para establecer el “alcance de la intervención a realizar en cada uno de los hórreos y de las paneras del concejo”, apunta la concejalía.

Están trabajando ya en ello, pero por las visitas ya realizadas el Ayuntamiento ya se ha hecho una idea de cuál debería ser –a grandes rasgos– el trabajo que se debería realizar. En algunos casos será sencillo, pero en otros la situación está algo más complicada.

Es más, el consistorio da por descontado que en varios va a tener que hacer reformas profundas para intentar restaurarlos porque el paso del tiempo y el abandono han ido haciendo mella. Luis Pacho señala que “una vez que nos hayan presentado el informe, para aquellos hórreos que no sea posible afrontar las intervenciones con los contratos de mantenimiento (los ordinarios del consistorio) se encargará un proyecto y se afrontará su reparación”.

De entrada, el concejal ya apunta a que hay un hórreo de los tres de La Corredoria y una panera que está ubicada a la entrada de Olloniego que van a necesitar una intervención a fondo. Un nuevo lavado de cara y no un mantenimiento de chapa y pintura como ocurre en la mayoría de los casos. Son dos casos con sus peculiaridades. Por ejemplo, el de La Corredoria se vio afectado por un incendio allá por 2019, hace ahora tres años, que le dejó bastante tocado. Aunque continúa en pie, pero con bastantes desperfectos que son visibles a simple vista. Para garantizar la seguridad y ayudar a que el deterioro no fuera a más, el Ayuntamiento decidió vallarlo. Funcionó. El hórreo aguanta sobre sus pegollos. Diferente es la situación de la panera de Olloniego. En este caso ha sido el imparable paso del tiempo el que ha ido erosionando esta construcción, cuya techumbre parece estar a un paso de caer en pedazos. También se encuentra vallado para evitar males mayores. Además, la conocida como subidora –las escalerillas de piedras– están invadiendo la acera, lo que obliga a los vecinos a tener que invadir la carretera cuando atraviesan esa zona.

Pero de entre los diez inmuebles que figuran en el inventario hay un caso especial. Es el del hórreo de San Lázaro de Paniceres que –como se ve en las imágenes que acompañan a estas líneas– se encuentra en muy mal estado de conservación. Tanto que de la parte superior de esta construcción casi no queda nada en pie. En este caso concreto, donde las evaluaciones visuales realizadas no dejan lugar a dudas sobre el estado, el Ayuntamiento baraja ya diversas alternativas. Una sería de la hacer un nuevo hórreo o adquirir uno nuevo y llevarlo hasta Paniceres, y donar las piezas del actual al conocido como Banco de los Hórreos, una iniciativa puesta en marcha por el Centro Tecnológico Forestal y de la Madera, que está ubicado en Pumarabule (Carbayín, Siero), y que se dedica a recoger piezas de hórreos por toda Asturias para su tratamiento, catalogación y puesta a disposición para la rehabilitación de otras construcciones etnográficas.

Pese a estos casos algo más complicados, la mayor parte de los hórreos del municipio están en buen estado de conservación. Los pegollos aguantan.

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