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"Fui a dormir creyendo que ganaba solo lo jugado", dice el millonario de la primitiva de Oviedo

El agraciado con el premio de 11,8 millones de euros reunió a sus hijos y respectivas familias en una comida para anunciarles el reparto del dinero: "Mi mayor satisfacción es poder compartirlo con todos vosotros"

"La noche del sorteo vi que tenía el reintegro y me fui a dormir pensando que gané lo jugado". El agraciado con los 11,8 millones de euros del bote del gordo de la primitiva del pasado día 12 relató así a sus hijos cómo no fue hasta el día siguiente, a través de LA NUEVA ESPAÑA, cuando se enteró de que era el poseedor del boleto sellado en la administración El Gallo de Oro, del Cristo. Un inesperado golpe de suerte para un hombre de avanzada edad "con apariencia mucho más joven", que este domingo reunió a toda su familia en un restaurante ovetense para celebrar la visita de la Fortuna y anunciar el reparto del dinero a partes iguales entre sus hijos, reservándose para él una cantidad que dedicará a comprar un coche a cada uno de sus nietos. «La mayor satisfacción es poder repartir el dinero del premio entre los miembros de la familia», declaró.

El agraciado llevó a la comida una foto de su esposa, fallecida hace dos décadas, para que de alguna forma ella también estuviera presente en una reunión "llena de alegría y emociones" en la que manifestó su deseo de quedarse con la parte del premio más pequeña, pero lo suficientemente grande como para seguir surtiendo de regalos a la tercera generación en lo que le quede de vida. "Insistió mucho en que su deseo es contribuir a la felicidad de la familia", explicaron desde el entorno del agraciado, que ha decidido preservar el anonimato y que hace vida independiente, a pesar de haber superado ya los 90 años.

La noticia cayó como una bomba en la familia la mañana del lunes, cuando el hombre telefoneó a sus vástagos para comentarles con humor lo ocurrido. "Si veis en LA NUEVA ESPAÑA que tocó la primitiva en El Gallo de Oro que sepáis que soy yo", comunicó a sus hijos, inundando de felicidad a toda una saga de clase media a la que el abuelo dejará como legado una pequeña fortuna con la que "tapar agujeros y algo más".

Pablo García

Los esfuerzos del entorno se centran ahora en llevar con discreción su nueva vida un poco más acomodada. Una tarea que no parece fácil, pero consideran indispensable para salvaguardar la tranquilidad del cabeza de familia. "No queríamos que trascendiera, pero hemos recibido ya alguna que otra felicitación", confiesan desde el seno de una familia a la que todavía cuesta creer lo sucedido hace una semana.

El encuentro familiar estuvo presidido por un retrato de la esposa, fallecida hace veinte años

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El primer incrédulo es el propio agraciado, el cual acudía cada semana a la administración con la misma combinación utilizada desde que comenzara a jugarse la primitiva hace algo más de 30 años. "Decidió apostar siempre a los mismos números y al final dio resultado", explica uno de los allegados del premiado, que desde el primer momento no dudó en repartir el dinero a partes iguales entre sus hijos, todos ellos varones, para satisfacción de estos y sus respectivas nueras, a las que agradece su contribución en haberle convertirlo en un abuelo orgulloso.

El único pero de la emotiva celebración familiar fue la ausencia de la esposa del agraciado, a la que más de 20 años después de su temprano fallecimiento, tanto él como el resto de allegados siguen añorando. Es por ello que el agraciado quiso tenerla muy presente, exhibiendo sobre la mesa durante la comida un gran retrato de la que fuera la compañera de su vida.

El comprador del boleto se quedará con una parte más pequeña para regalar un coche a cada nieto

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Los hijos reconocen su inmensa alegría por haber recibido de manera colateral una cantidad de dinero capaz de aportarles seguridad económica para la recta final de sus vidas laborales, así como una posterior jubilación en la que la salud pasará, con casi toda probabilidad, a ser la principal prioridad. "Ahora esperamos tener muchos años para disfrutarlo todos juntos", proclaman desde el clan ovetense al que la combinación formada por los números 4 –reintegro– 6, 9, 11, 28 y 30, convirtió en los ganadores del premio individual más elevado de los que han caído en la capital asturiana.

El entusiasmo es también compartido por Froilán Blanco y Sandra Rodríguez, los loteros del Gallo de Oro a los que los nuevos millonarios no dudaron en agradecer su papel de amuleto de la suerte y trasladaron su deseo de que el Cristo, muy mermado desde la marcha del hospital, sea el próximo afortunado. "Ahora hacía falta un premio gordo para el barrio", señaló un hijo del agraciado muy conocido en la zona.

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