La Escuela de Ingenieros de Minas de Oviedo en colaboración con el Colegio de Ingenieros de Minas del Noroeste y con el “think tank” de antiguos estudiantes habilitará una línea de becas para atraer alumnos y evitar un descalabro en el número de matriculaciones. La dirección teme que la tendencia bajista de los últimos años se agrave tras la decisión del rector, Ignacio Villaverde, y la polémica que le siguió, de trasladar los estudios al campus de Barredo (Mieres). El centro prevé lo peor. “Las declaraciones del rector diciendo que estos estudios están obsoletos nos pueden hacer daño a la hora de atraer estudiantes”, destacó el director de la Escuela, Francisco Javier Iglesias.

Más al detalle, las ayudas serán de 500 euros –lo que cubre, aproximadamente, el 70% del total de la matrícula–, van dirigidas a estudiantes de nuevo ingreso, con buenos expedientes, son compatibles con otras subvenciones públicas y el único requisito que deben cumplir los futuros alumnos es el de permanecer, al menos, durante un año en el centro. El dinero lo aportará el Colegio de Ingenieros de Minas del Noroeste. Su presidente asegura que, para este curso, el programa de ayudas se ha ampliado y se buscará echar una mano a los estudiantes “con un mejor expediente académico”.

Las matriculaciones en la escuela llevan ya varios cursos a la baja. El año pasado fueron solo una veintena los alumnos que se inscribieron. El bajo nivel de matriculación en la Escuela es uno de los argumentos que ha defendido el rector para justificar el traslado de los estudios hacia Mieres. Sin embargo, los defensores le dan la vuelta a esta circunstancia y aseguran que también pueden revitalizarse en Oviedo, en la casa que Minas ha habitado durante las últimas seis décadas. Francisco Javier Iglesias reprocha al rector que desconoce la realidad de Minas y el futuro que tienen estos estudios que, asegura, es mucho. Y defiende las acreditaciones de calidad que tiene la propia escuela, así como la empleabilidad de los egresados. “Es rara la semana que no me llama una gran empresa pidiéndome estudiantes”, resalta. En una línea muy similar, el portavoz del “think tank” de antiguos alumnos y defensores de que la Escuela permanezca en Oviedo, Juan José del Campo, espera que con este sistema de becas se pueda incentivar la matricula. Es más, también recalca que si este programa de ayudas tuviera éxito y superase las expectativas, los propios antiguos estudiantes estarían dispuestos a poner más dinero para completar las subvenciones pendientes. “No habrá límite, ningún alumno con interés en estudiar Minas se quedará sin beca”, destacó.