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El Juzgado ovetense especializado en la banca prorroga su actividad hasta diciembre

El Poder Judicial alarga seis meses más la vida del tribunal asentado en Llamaquique para que pueda desatascar los asuntos pendientes

Edificio de los juzgados de Llamaquique. Luisma Murias

El juzgado ovetense que, a raíz de la crisis financiera, se especializó en los pleitos relacionados con la banca (cláusulas abusivas, hipotecas con condiciones dudosas, seguros asociados a otros productos financieros...) tendrá seis meses más de vida de lo previsto inicialmente. La Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial acordó prorrogar hasta finales de diciembre la actividad de nueve de los once órganos judiciales, entre ellos el ovetense –ubicado en Llamaquique–, cuyo cese de actividad estaba previsto para hoy mismo, 30 de junio. La razón, señalan fuentes judiciales, es que, ante la expectativa de que echara la persiana, habían llegado a las mesas del juzgado un buen número de nuevos asuntos judiciales. Con lo que tiene una prórroga para desatascar el embotellamiento.

En diciembre, el propio Poder Judicial había acordado dar por concluido el plan para especializar juzgados para llevar asuntos relacionados con la banca, ante la notable disminución de los asuntos pendientes. En esa misma reunión se había pactado que el ovetense cesaría su actividad y volvería a ser un juzgado de primera instancia a partir de mañana. Con lo que los asuntos ligados con las entidades financieras volverían a difuminarse por el resto de las mesas de los juzgados asturianos como, de hecho, ya ocurría antes de la crisis financiera.

La Gran Recesión de 2008 había provocado una cascada de demandas contra las entidades financieras que acabaron por atragantar a los jueces. Tal fue la avalancha que el Poder Judicial acordó en 2017 ir a esta especialización y que se pudiera superar el atragantón.

Para más señas, el juzgado de Oviedo que se ha especializado en mediar entre los consumidores y la banca es el de primera instancia número seis que, si no hay nuevas prórrogas (fuentes judiciales aseguran que ya es poco probable), continuará con estos asuntos hasta el 31 de diciembre, para acto seguido retomar sus actividades habituales.

El último balance que hizo el Poder Judicial sobre el funcionamiento de este juzgado es con datos relativos al cierre del año pasado. Desde que abrió sus puertas –en 2017– ha tramitado ya más de 18.000 asuntos judiciales (entre demandas y reclamaciones). El ritmo de trabajo en algunos momentos llegó a ser frenético. Tocan a unos once asuntos al día.

El mayor atracón, evidentemente, lo tuvo en 2018 (el que era su segundo año de actividad) cuando a su mesa llegaron 7.110 asuntos judiciales. La gran mayoría de todos estos pleitos, coinciden los abogados asturianos, se están saldando con sentencias favorables a los consumidores. A los reclamantes. Y en un porcentaje muy elevado. La balanza está muy descompensada hacia sus intereses.

El juzgado ovetense fue puesto como ejemplo en varias ocasiones por su alta tasa de resolución de estos conflictos, en un porcentaje superior al 90%. En sus comienzos, la avalancha de asuntos fue tal que incluso el servicio tuvo que reforzarse con un nuevo magistrado para dar un mayor apoyo al juez titular.

Según los últimos datos, de los 17.962 asuntos que había recibido el juzgado ovetense –hasta el primer trimestre de este mismo año– había conseguido resolver 17.152, el 95%. El flujo de demandas se había ido reduciendo de forma considerable durante los últimos meses, pese al parón de la actividad judicial provocado por la pandemia –en 2020– alteró algo las cifras de 2021. Aún así, la actividad había ido decayendo. A menos. Hasta que hace unos meses el Poder Judicial anunció sus intenciones de ponerle el candado a este juzgado. Desde entonces ha habido un cierto apurón de asuntos que estaban pendientes y que los abogados asturianos quieren que queden resueltos en Oviedo.

Ya por aquel entonces, cuando se anunciaron estos cierres, el Poder Judicial había asegurado que otros muchos de los repartidos por España iban a tener muy complicado cerrar su actividad de forma inmediata. En esa lista figuraban el de Madrid, que en diciembre tenía 70.000 asuntos por resolver, o el de Barcelona, que tenía 30.000.

El juzgado ovetense llegó a ser premiado. El propio Consejo General del Poder Judicial concedió a este juzgado el premio "Calidad de la Justicia" por, señaló en su momento, "dar una respuesta y una solución rápida y eficaz al ciudadano frente a un nuevo problema social". De aquella, celebraba una media de 15 audiencias al día y el porcentaje de sentencias favorables al consumidor oscilaba en el entorno del 95%. Hoy en día, el número de audiencias ha bajado notablemente, pero el porcentaje de sentencias a favor de los consumidores se mantiene en unos números similares.

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