El jazz volvió a Bueño por todo lo alto. Otra vez la buena música improvisada junto a los hórreos y paneras, otra vez las luces en la plaza del pueblo y otra vez la emoción del reencuentro y la buena música.

Hubo lleno total en el corazón de la pequeña localidad de Ribera de Arriba y muchas ganas de todos los asistentes para celebrar los 20 años que cumple el festival tras el parón sufrido por la pandemia. Fue un gran reencuentro de los aficionados habituales al jazz en Bueño que tuvieron en su primera noche productos de importación de distinta intención.

Hubo un cambio de orden según el programa de la doble sesión prevista para ayer y el grupo de la saxofonista chilena Melissa Aldana, que venía de abrir el festival de jazz de Getxo hace dos días, se subió al escenario antes que la formación húngara "Symbiosis" (desde Budapest).

Aldana vino con Lage Lund (guitarra), Pablo Menares (bajo) y Kush Abadey (batería). Interpretaron un material su último disco, "12 estrellas", canciones que son de cartas del tarot y una propuesta muy íntima, de viaje interior, y en ocasiones de difícil acceso por su complejidad.

Mañana la sesión será doble, y o más bien cuádruple. Habrá una sesión de vermú alargado con Dj’s desde la una de la tarde hasta las 17.00 horas. Pincharán el británico Mark Gv Taylor y Herminio Afonso, un clásico de la escena asturiana.

Ya por la noche, el cartel, con dos formaciones, traerá a Loek van den Berg con su quinteto, desde Rotterdam, y el delicado proyecto Sinatra & Jobim Project, protagonizado por Antonio Cuesta y Vaudí Cavalcanti.