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Margarita Robles, Adrián Barbón y Alfredo Canteli firman en Madrid el protocolo para la cesión de La Vega

La secretaria de Estado, Amparo Valcarce, ha presentado el acuerdo como "un ejemplo de política de estado"

Margarita Robles, Barbón y Alfredo Canteli firman en Madrid el protocolo para la cesión de La Vega

La ministra de Defensa, Margarita Robles, el presidente del Principado, Adrián Barbón, y el Alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, han suscritos hoy al mediodía en Madrid el protocolo que pone en marcha la reordenación urbanística de los terrenos de La Vega y la reconversión de la vieja fábrica de armas en un polo empresarial, un recinto cultural, un gran parque y una zona residencial. En el acto de la firma, en el Ministerio de Defensa, las tres administraciones destacaron el carácter “histórico” de la operación que se ponían en marcha, ejemplo de “política de estado”, “política útil para los ciudadanos”, colaboración institucional por encima de colores políticos y, resumió el Presidente regional, “el convenio que era posible”.

La secretaria de Estado, Amparo Valcarce, ha presentado el acuerdo como "un ejemplo de política de estado". El protocolo es el paso previo a la firma del convenio para la gestión de usos del enclave. 

La base de la operación a tres bandas que se ha firmado hoy pasa por que La Vega se financie con sus propios terrenos. En lugar de una compra, como se planteó hace años, lo que nacerá mañana es un acuerdo. El Ministerio de Defensa entregará al Ayuntamiento el 75% de los terrenos y a cambio mantendrá la titularidad de una cuarta parte para construir 1.000 viviendas –de las que un 30% tendrá algún tipo de protección– y para reconvertir algunas naves en oficinas y comercios. El Principado, que se suma al protocolo en virtud de sus competencias en ordenación del territorio, se reserva la futura adquisición de la Nave de Cañones, una de las más icónicas del conjunto. La Consejería de Ciencia, como ya adelantó LA NUEVA ESPAÑA, planea rehabilitar la edificación para instalar una "incubadora" de empresas destinadas a las ciencias de la salud. El plan del gobierno regional es conseguir un centro de investigación e innovación en La Vega.

Las otras joyas de la fábrica quedan, en virtud del protocolo, en manos del Ayuntamiento de Oviedo. Así, en los 25.000 metros cuadrados de zonas verdes que obtendrá en la operación se incluyen el almacén levantado sobre el claustro barroco del antiguo convento de Santa María de La Vega y la capilla de Santa Bárbara, que incorpora dos portadas románicas de la primitiva iglesia. Otra de las grandes naves del recinto, la M-1, la última en la que hubo actividad industrial y una de las más grandes, con 7.852 metros cuadrados, se destinará exclusivamente a actividades culturales. El Ayuntamiento también se quedará con el castillo de la entrada y la Escuela de Aprendices, por citar solo las más conocidas y de mayor valor.

Aunque el protocolo no llega hasta ese detalle, de la calificación y la titularidad que asigna a cada uno de los edificios se puede deducir que la zona destinada a polo empresarial biotecnológico, una idea que lanzó en su día la Cámara de Comercio de Oviedo y a la que se sumaron la administración local y regional, se distribuirá entre las grandes naves de la zona norte, también de titularidad municipal.

Ese grupo de edificios quedarían vinculados, además, a la nave del Principado que, en principio, tutelaría de alguna forma este proyecto empresarial y tecnológico. El espacio destinado a la actividad económica no tendría que quedarse solo ahí, ya que de hecho según las previsiones del Ministerio de Defensa parte de los edificios de nueva construcción podrían destinarse también íntegramente a usos productivos. Aunque el proyecto tecnológico y empresarial se plantea a largo plazo, ya se ha constituido una mesa de trabajo para desarrollar este polo con participación de entidades como la Fundación para la Investigación y la Innovación Biosanitaria de Asturias (Finba) y la Fundacional Idonial, centro tecnológico con presencia, hasta ahora, en Gijón y Avilés.

Adrián Barbón, en declaraciones a la prensa tras el acto institucional, quiso dejar claro que la promoción inmobiliaria prevista en la parcela (1.000 viviendas distribuidas en un 10% de los terrenos que formarán parte de toda la operación) fue la mejor fórmula que administración local y regional encontraron para compensar a un Ministerio de Defensa que dejó claro que “no se podía hacer una cesión sin compensación porque era ilegal”. “Este era el convenio posible”, razonó Barbón. “La otra opción era dejarlo como está, que Oviedo no pudiera disfrutar de estos espacios, que no se protegiera Santullano, que dejáramos pasar otros diez o veinte hasta que pudiéramos disponer de este gran pulmón de actividad”.

El alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, le dio la razón con hechos. Cuando los tres estaban firmando las páginas de un largo protocolo y la ministra Robles protestó por la cantidad de páginas en las que estampar la firma, el regidor ovetense la tranquilizó: “Merece la pena, son muchas hojas para firmar pero yo hubiera estado media hora más”. El Alcalde aportó otras claves de la operación, como esa “edificación en altura” de la que habla el protocolo y que permite que en esa décima parte de toda la superficie se consiga la edificabilidad que compense a Defensa. Será, dijo Canteli, “la torre de Asturias, 25 plantas, un edificio singular". El Alcalde de Oviedo, como sus compañeros de mesa, también recalcó su compromiso para que el protocolo se convierta en convenio y quede atado lo antes posible. “¡Que no se nos eternice esto!”, pidió a Robles y a Barbón, y luego, dirigiéndose a su concejal de Urbanismo, Nacho Cuesta, presente en la firma junto a su otro teniente de Alcalde, Mario Arias, le reclamó: “¡ponte a trabajar ya por ello, deberías ir ya al Ministerio”.

La Secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, que estudió la carrera de Historia en Oviedo, a pocos metros de la fábrica de armas, había introducido el acto de firma del protocolo apelando a la “colaboración de las instituciones” y saludando la puesta en marcha de “un complejo importantísimo para la vida económica, social y cultural de Oviedo”, un “motor de progreso industrializador” por la puesta en marcha del polo empresarial que está previsto en la operación, que describió como “parque tecnológico de primer orden”. También, detalló, la reordenación urbana de La Vega incluye “el mantenimiento muy significativo de su patrimonio histórico”, con 7.850 metros cuadrados de sus naves reservados para equipamientos culturales, zonas verdes y una parte importante de vivienda protegida.

También con vínculos en Oviedo (la familia de su madre era de la ciudad) la socialista Margarita Robles no evitó esos vínculos personales y sentimentales, evocó su infancia en el Campo San Francisco dando barquillos a Petra y Perico y apeló a “esa niña” que fue y que hoy todavía desea “un Oviedo mejor, más moderno, cercano a las necesidades del futuro y de la ciudadanía”. “Por eso”, declaró, “no tengáis duda que desde este ministerio se va a impulsar al máximo que el convenio se haga realidad lo más rápido que la ley permita”. Respuesta, quizá, a los que critican que Defensa reciba pisos para financiar la operación, Robles recalcó que “no se trata de hacer lo que una quiera”, y sí acordar con las administraciones “con la legalidad y la contraprestación que al que el cumplimiento de la norma nos obliga”. Todavía lo dijo más claro: “Nos se puede ceder, no pue haber un regalo, incumpliendo la ley se incumple nuestra obligación ante otros ciudadanos”.

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