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Emilio Fernández Fidalgo, «El Malo» Músico, actúa el 2 de agosto en el Kuivi

"Una canción es una banda sonora de tres minutos"

"La música es un idioma al que el mestizaje le sienta muy bien"

Fidalgo, en una foto promocional.

"Estamos esperando en el margen del camino, el cuchillo entre los dientes", con estos versos se abre "Llegó Godot", el primer disco de "El Malo", nombre artístico tras el que se encuentra Emilio Fernández Fidalgo. Veterano músico asturiano, curtido, entre otros, con Xuacu Amieva o Anabel Santiago, que sabe perfectamente la idiosincrasia del rock, como ya demostró en su banda "El bueno, el feo y el malo". "Llegó Godot" muestra la experiencia de mirar el mundo desde la coraza de una guitarra. Rock de mayoría de edad que transpira seriedad y armonía: "Que el corazón se calienta con cada latido". Acaba de grabar videoclip del primer single y el día 2 de agosto se le oirá tocar y disfrutar en el festival Kuivi de Oviedo.

–Ha estado trabajando mucho tiempo en su primer disco. Aludiendo al título, ¿es el momento?

–Sí. Lo inesperado siempre es inoportuno. Ahora toca ir presentándolo en directo junto a Jaime Suárez (baterista) y Fernando Espina (bajista).

–¿Para conformar un buen disco de rock la experiencia en lo musical y personal resulta determinante?

–Vivir y observar es determinante si quieres contar algo creíble. Una canción es una banda sonora de tres minutos.

–Hay frases en la canción "Llegó Godot" que suenan como clamores, ¿a la denuncia se le une la filosofía personal del desencanto?

–Este tema es una especie de novela ejemplar. Una instantánea sobre la condición humana y de su fragilidad. Cruda y sucia como la vida misma.

–¿Qué ingredientes ha de tener una canción para ser redonda y compacta?

–Pregunta compleja que debo contestar en calidad de oyente. Una buena canción debería llevarte al estado de ánimo que promete y, dependiendo del estilo musical, las reglas cambian.

–Tras tocar tanto en bandas de rock como con artistas de música tradicional asturiana, ¿ese amplio y heterogéneo bagaje es óptimo para componer?

–Sin duda. He tenido mucha suerte de tocar y vivir grandes experiencias con verdaderos maestros. La música es un idioma al que el mestizaje le sienta muy bien.

–En el tiempo de los talent shows, los festivales musicales y las grandes campañas de promoción, ¿qué porción del pastel ha de quedar para el artista hecho a sí mismo?

–Imagino que la que cada uno pueda digerir. Mi premio es disfrutar con las personas que participaron y participan en el proceso creativo y de promoción del disco. En este caso, estoy disfrutando al hacer esta entrevista para LA NUEVA ESPAÑA.

–Volviendo al título del disco con resonancias literarias, ¿un músico que además es un buen lector tiene un mundo entero por abrirse?

–En mi caso es cierto. Soy un lector caótico que tiene libros abiertos por todos los rincones. Cualquier cosa que te lleve a otros mundos es una bendición.

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