Los clubs deportivos que entrenan en el polideportivo del barrio de La Corredoria aspiran a volver este mes de agosto o, a muy tardar, en septiembre a la que había sido su casa y poner fin a un año de exilio por otras instalaciones del municipio. Los equipos son el Bádminton Oviedo, que en varias ocasiones ha ganado trofeos a nivel nacional, y el club de gimnasia rítmica del barrio ovetense, que cuenta con 70 deportistas federadas. "Ha sido un poco desesperante", señaló ayer la presidenta de este segundo equipo, Olga López de Zubiría. El caso es que el edificio en el que entrenaban, conocido como el Corredoria Arena, tenía goteras que se colaban por unos enormes lucernarios –que no solo dejaban pasar la luz del sol– y que habían hecho que la pista quedara impracticable. Las obras se han venido retrasando de forma desesperante para los deportistas por culpa del incremento del precio de los materiales y debido a algunas dificultades técnicas. Pero ya empiezan a ver la luz. "Nos han dicho que ya están llevando los materiales para impermeabilizar la cubierta", asegura César González, del club de bádminton.
Ambos clubs cuentan con poder iniciar la temporada en septiembre después de casi un año dando tumbos por varios polideportivos en los que no se han sentido demasiados cómodos. "Nosotros ahora estamos entrenando en el Yago Lamela", asegura González. Pero en estos meses han pasado por varias instalaciones municipales. El periplo parece que ha llegado a su fin. "Las previsiones que tenemos son las de volver al Arena en septiembre, pero dependerá de cómo se desarrollen las obras. Para nosotros volver va a ser un regalo", sostiene. Y una liberación. El Ayuntamiento ya había manifestado en diversas ocasiones que su objetivo era dejar el edificio listo para que se pudiera usar. Para más adelante quedará una intervención mucho más amplia en las lucernarias, principal foco del problema. Se da la circunstancia, además, que el club de bádminton tiene previsto ser el anfitrión de un torneo nacional femenino y, lógicamente, quieren que sea en su casa. En otro polideportivo sería inviable, sostienen.
Las deportistas del club de gimnasia rítmica llevan un año entrenando en el polideportivo de Teatinos, constreñidas. La presidenta del club, Olga López de Zubiría asegura que han perdido socias desde que tuvieron que trasladarse. "Para muchas familias ha supuesto un gasto extra, tienen que desplazarse fuera del barrio. Necesitamos volver a nuestro polideportivo como el comer", asegura. Y no solo eso, los entrenamientos también han perdido calidad. "Hay ejercicios en los que se necesita altura y tirar el aro hacia arriba y en Teatinos pegaba en el techo", asegura. No solo eso, el cambio de escenario también afectó al rodaje de las deportistas. Y al número. "Antes de la pandemia teníamos a 120 crías, con el objetivo de seguir creciendo, ahora somos 70", asegura. Ambos clubs, hartos de la situación, estuvieron incluso barajando alquilar una nave en las proximidades del barrio para poder entrenar con algo más de calma. Finalmente, descartaron la idea.
El club de gimnasia tiene además programada una máster class con la atleta italiana Alice Taglietti, campeona de gimnasia rítmica junior, que tienen esperanzas que se pueda llevar a cabo en el Corredoria Arena. Dependerá de si para entonces –la clase, en diferentes actividades se desarrollará entre el 29 de agosto y el 2 de septiembre– si las goteras del polideportivo han quedado definitivamente tapadas.
