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Dulce peregrinación de Santiago al Naranco de Oviedo tras dos años de parón

«Añorábamos el bollu y el arroz con leche», dicen los asistentes a la recuperada fiesta del apóstol en el entorno de Santa María

Arriba, la procesión llegando a Santa María del Naranco; en el detalle, vista de la procesión desde lo alto del monumento; junto a estas líneas, a la izquierda, el bar de la fiesta; a la derecha, asistentes a la misa celebrada en Santa María del Naranco. | Miki López

Más de mil días después, Santiago volvió a subir al Naranco para bendecir el reencuentro más esperado de los habitantes de las 168 viviendas del totémico monte ovetense. La imagen del apóstol ascendió desde la parroquia de Santa María la Real hasta Santa María del Naranco a los hombros de cuatro valientes con atuendo jacobeo convertidos en artífices de la recuperación de una tradición con una finalidad muy dulce. «Añorábamos el bollu y el arroz con leche, que nunca puede faltar», comentó con humor Ana Gómez bajo la carpa por la que pasaron unas 300 personas para recoger el bollu y participar en la romería que organiza la asociación «Fuente de los Pastores» desde el año 2001.

La pandemia obligó a realizar un paréntesis de dos años en un evento pensado para estrechar lazos entre los poco numerosos habitantes del Naranco. «Hace 20 años decidimos recuperar las fiestas en honor a Santiago que habían existido décadas atrás para dar un motivo de reunión a los vecinos de todas las casas», explica el presidente del colectivo organizador, Carlos Madera, satisfecho con la posibilidad de volver a ver los rostros de muchas personas distanciadas desde 2020 por el covid.

Dulce retorno de Santiago al Naranco

El soleado día condicionó todos los actos. El calor mermó la participación en la procesión amenizada por las gaitas del grupo «Xuno» en la que Juan Jiménez, su hija María Aurora, Alfonso Cabal y Paula González arrimaron el hombro para llevar en volandas a la imagen hasta el monumento prerrománico, donde el párroco del Naranco, José Emilio Díaz, decidió modificar a última hora la misa de campaña. «Esta vez la haremos arriba por cuestión de la temperatura y a la vez disfrutar de este escenario único», explicó el sacerdote a las decenas de personas que participaron en la celebración religiosa. Como anécdota el cura pidió levantar la mano a quienes fueran a comulgar antes de la eucaristía por aquello de calcular cuantas hostias serían necesarias.

Dulce retorno de Santiago al Naranco

Al finalizar, todos se trasladaron a la carpa habilitada en la parte baja de la que fuera Aula Regia del conjunto palaciego de Ramiro I. Allí se repartieron unos 300 bollos entre los socios, a los que se sumaron unos cuantos más para colaboradores. «Cada vez cuesta más implicar a la gente, pero aquí estamos un año más», indicó el miembro de la asociación Jesús Quintana, poco antes del inicio de una comida campestre en la que cada uno acudió con sus mejores manjares. «Presta mucho pasar el día aquí», explicó Joaquín Gómez, uno de los primeros en sentarse a la mesa de un recinto festivo en el que el DJ Octavio se encargó de animar una verbena que se alargó hasta las diez de la noche.

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