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La marea morada, del asalto al salto

La órbita de Podemos estudia una candidatura que sume movimientos ciudadanos, como el "Ronda Norte No", y busca recambio para Ana Taboada, que no repetirá en el Ayuntamiento

Ana Taboada, portavoz de Somos, en la plaza del Ayuntamiento. | Irma Collín

No es tanto que la aventura de Somos Oviedo llegue a su fin como que el nuevo ciclo municipalista que empezó en el 15M está a punto de estrenar nueva etapa, y en esos momentos de transición la decadencia tiene que convivir con la revolución para poder transformarse. La marca local de Podemos llega al calendario preelectoral con una sensación ambivalente de cansancio en las instituciones y brotes verdes en las calles. Mientras el grupo municipal se dispone a completar la etapa a las que les limita su código ético, dos mandatos que se cumplen ahora para los tres concejales que actualmente están en el Ayuntamiento, su órbita de acción se ha ido rearmando en las calles durante el último año al calor de la contestación ciudadana al proyecto de la Ronda Norte y, ahora, al protocolo de La Vega.

Se da por hecho que la actual portavoz de Somos Oviedo, Ana Taboada, buscará nuevo destino en las listas regionales, quizá un tercer puesto después de Rafa Palacios y Sofía Castañón. Ella misma ha confirmado que no será, en ningún caso candidata a la alcaldía de Oviedo, como lo fue en los dos últimas elecciones. Los otros dos ediles, el excoordinador de Podemos Oviedo, Rubén Rosón, y el independiente Nacho del Páramo, tampoco parecen muy decididos a tratar de perpetuar su puesto de concejales.

El problema principal del grupo parece, hoy por hoy, la falta de recambio, aunque dentro de los planteamientos de una candidatura municipalista, como en el entorno de Podemos plantean levantar en Oviedo, se consideran más importantes los proyectos y la suma de los movimientos vecinales en marcha que las personas que puedan representarlos o defenderlos en una lista electoral.

Pero es verdad que la marca actual Somos Oviedo arrastra las cicatrices de las luchas internas que vivió a principios de este mandato y que acabaron con Ana Taboada enfrentada a sus antiguos compañeros, en especial a Anabel Santiago, el fichaje estrella que salió estrellado del Ayuntamiento por sus desencuentros con la portavoz, y Rubén Rosón. Pese a que las discrepancias entre uno y otra han dejado de exhibirse públicamente, los problemas personales no se han acabado de resolver. Y tampoco con Del Páramo hay un clima de gran complicidad ni amistad.

Nada de eso impide que Podemos, pese a esos problemas, siga manteniendo el vigor de una red ciudadana que revive ante determinados objetivos, como el de paralizar el proyecto de la Ronda Norte por su agresión medioambiental o, ahora, tumbar el protocolo sobre La Vega, donde denuncian destrucción del patrimonio y pelotazo urbanístico.

En esas líneas maestras ecologistas, feministas y barriales se mueve Podemos. La cuestión es si para armar una candidatura municipalista que pueda sumar todos esos malestares y sensibilidades, y también a los compañeros de Izquierda Unida, según dicen todos en privado, hay que cambiar de marca, inventar algo nuevo o vale con mantener el nombre de Somos.

Varias personas vinculadas al proyecto coinciden en que la fórmula jurídica con la que se acuda finalmente a las elecciones, y que podría incluir también la de algún tipo de coalición, es lo de menos. Pero sí admiten que se necesitan personas concretas que encabecen esas listas. Las guerras internas en Oviedo han dejado muy mermado el banquillo y a la retirada local de Taboada o de Rosón ha seguirle un recambio.

Dicen que los cuadros ya se están moviendo y que se está pensando en fichajes. Aunque el término no guste, se trata de buscar personas conocidas en la ciudad y con cierto conocimiento del escenario político que puedan capitalizar el descontento de aquellos votantes de izquierda que no están contentos con las contradicciones que los socialista arrastran en esta campaña, aceptando el proyecto de la Ronda Norte y habiendo comprado la propuesta de la fábrica de armas La Vega. Quieren marea pero falta aún cofradía de mareantes.

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