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Oviedo destinará 10 millones para formar a 500 desempleados el próximo año

Los 56 alumnos de los talleres de la Lila y el Asturcón reciben su capacitación profesional y se preparan para volver al mercado laboral

Javier Cuesta, Enrique Fernández y Pilar Varela, ayer, durante la entrega de las certificaciones. | Fernando Rodríguez

Cincuenta y seis alumnos de los últimos talleres de empleo desarrollados por el Ayuntamiento de Oviedo en La Lila y el Asturcón recibieron ayer sus títulos de capacitación profesional en la sala de cristal del Palacio de Congresos del Calatrava. Son diplomas que acreditan sus conocimientos en distintas especialidades vinculadas al sector de la construcción, desde instalaciones eléctricas a albañilería, pintura decorativa, fontanería o sistemas de climatización. Ayer, en el acto académico que pone fin a estas prácticas remuneradas los políticos celebraron cifras y estrategias. El concejal de Empleo de Oviedo, Javier Cuesta, anunció 10 millones de euros para el próximo ejercicio en estas políticas y la pretensión de dar herramientas a 500 desempleados para que dejen de serlo. La directora del Servicio Público de Empleo del Principado de Asturias (SEPEPA), Pilar Varela, reiteró que el dinero destinado a estos programas "es una inversión, no un gasto" y el consejero de Industria, Enrique Fernández, celebró que esas 56 personas congregadas en el aula "dieran sentido" a todo el papeleo, conferencias sectoriales o debates políticos previos a la puesta en marcha de estas ayudas.

Oviedo, señaló Fernández, es uno de los municipios más dinámicos y colaborativos en esta materia, y al Ayuntamiento llegan hasta 3,6 millones de fondos regionales solo para estos fines.

En el Calatrava se pudo ver una parte del destino de esa "inversión social". La primera, la certificación que ayer recibieron los alumnos. La segunda, el trabajo realizado, que se plasmó en una serie de vídeos donde todos comprobaron las prácticas en la Lila y el Asturcón, adecuando espacios, separando habitaciones, convirtiendo un baño en un aula, reponiendo fachadas, dando manos de pintura... El centro ecuestre del Naranco se veía, tras la actividad de los alumnos, como recién estrenado.

Faltó ver la otra cara de este programa y, a la postre, su fin último, que los alumnos puedan reintegrarse al mercado laboral tras las prácticas remuneradas y la certificación profesional. La técnico Marta Rodríguez Arrillaga, directora del taller de empleo de La Lila, explicaba ayer que todavía era pronto porque hasta el día 30 no finaliza su contrato de prácticas con el Ayuntamiento, pero señalaba que desde los propios servicios municipales (la agencia de colocación que tiene sede en el propio palacete de la Lila, por ejemplo) ya se estaban poniendo en marcha algunas búsquedas activas de empleo. Así, citó ofertas para peones o, en el caso de los que han hechos los módulos de electricidad, una oferta importante por parte de Renfe para trabajar en un tramo que va desde Oviedo a la localidad cántabra de Cabezón de la Sal.

Trabajar por cuenta ajena no es, sin embargo, el único camino para estos alumnos, hombres y mujeres de distintas edades, desde los jóvenes que no encuentran empleo hasta los mayores, de más de cincuenta, que tratan de recuperarlo. Iván Ramos es uno de los monitores de los cursos que se impartieron en el Asturcón. Sus alumnos eran los de pintura creativa, en realidad, alumnas, pues la mayoría eran mujeres, seis frente a dos hombres. Además de las distintas técnicas de estampación en los muros y del uso de la pintura, Ramos también les ha explicado que trabajar por cuenta propia puede resultar rentable en especialidades como esta, la de la pintura, que no requiere una gran inversión en material, no hace falta comprar máquinas ni equipos caros. Esas premisas han animado a parte de la clase, entre 5 y 4 mujeres, unas jóvenes, otras mayores, como Carolina Costa, residente en Colloto, de 55 años, a tantear la posibilidad de organizar su propio negocio. "Salimos muy bien preparadas del curso", explica Costa, "y estamos pensando en poder ponernos por nuestra cuenta; de momento, nos vamos a preguntar en Valnalón para saber a qué tipo de ayudas podemos acceder para echar andar, y si es viable, lo intentaremos".

Tienen ganas y la fama les precede. Hasta la jefa de Empleo del Ayuntamiento de Oviedo, María José Corral, aseguraba ayer, después del acto de entrega de diplomas, que las ha visto trabajar durante las prácticas y que está convencida que si ponen la empresa en marcha no se les va a poner nada por delante. "Si necesitase algún trabajo de pintura, yo no dudaría en contratarlas, son muy buenas".

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