Los operarios que se ocupan de la rehabilitación del kiosco del Bombé llevan a cabo los últimos retoques de la obra, consistentes en la colocación de las acróteras que rematan la decoración de los frontones de la cubierta y que acaban de ser restauradas en un taller francés. Fuentes municipales apuntan que los trabajos serán recepcionados en los próximos días, dando así vía libre a la inauguración con un gran baile de época. En la imagen, operarios procediendo ayer a la colocación de los elementos decorativos.