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Del pentagrama al lienzo: Toño Velasco pinta en vivo un cuadro durante un concierto en Oviedo

El Conservatorio de Oviedo dona el cuadro que el artista realizó en un recital en el Auditorio

Cristina Gestido, Manuel M. Burgos, Toño Velasco y Fernando Agüeria, en la presentación de «Ether». | Luisma Murias

«De dos mundos que se conectan surgen otros nuevos». Así presentó el compositor Manuel M. Burgos, la obra «Ether», fruto de la unión de dos artes que, en esta ocasión, se hermanan para dar color a la música. La pintura, firmada por el artista Toño Velasco, fue desvelada ayer en la sala de cámara del Conservatorio Superior de Música del Principado de Asturias y donada a la entidad como símbolo de unión entre la música y la pintura .

La obra, pintada en vivo el pasado 28 de abril en el Auditorio Príncipe Felipe, está hecha ex profeso, al igual que la música, para el festival CIMCO, Ciclo Interdisciplinar de Música de Cámara de Oviedo, de la Fundación Municipal de Cultura.

Cristina Gestido, directora artística de CIMCO, destacó entre los objetivos del ciclo «atraer nuevos públicos y ver que, entre todas las artes hay una sinergia». Recurrir a Toño Velasco fue resultado de la «confianza en un artista con manos y mente privilegiadas». Su trayectoria bebe del live painting, sin embargo, era la primera vez que se lanzaba a la música de cámara. «He trabajado pintando en directo con otras músicas: jazz, música brasileña, pop o rock pero nunca con música de cámara y menos contemporánea, por lo que fue un descubrimiento a todos los niveles», confiesa Velasco.

Y de la unión de dos disciplinas nace «Ether», un trabajo fruto del «amor a primera vista», según Burgos. La conexión entre compositor y pintor fue casi instantánea. «Al escucharla, me di cuenta de que era una música muy visual, una bendición para un pintor figurativo como yo».

La pintura del artista Toño Velasco. | Luisma Murias

Un profundo trabajo de boceto hasta dar con la imagen que reflejase a la perfección la melodía llevó a Velasco a ensayar en varios lienzos. «Unas siete u ocho veces hasta lograr el resultado final». Un cuadro que no solo ofrece una técnica depurada en el resultado sino en la ejecución del mismo. «No solo es lo que pinto, sino cómo lo pinto, quería que fuera una especie de danza al compás de esa música».

El proceso se convirtió en un camino apasionante para pintor y compositor. «La obra está estructurada en tres secciones. La primera tiene un tempo más rápido, la central presenta uno más lento, para terminar con uno más rápido de nuevo», contó Burgos.

El cuerpo de la pieza casa a la perfección con los trazos del pincel al deslizarse sobre el lienzo; un ritmo más enérgico en el arranque en las notas y en los movimientos del pintor, algo que también se aprecia en la gama cromática elegida para cada segmento de la obra.

Esta adaptación no podría haberse dado de no ser por la tecnología y sus avances. «Esto no podríamos haberlo hecho hace 20 o 30 años, cuando las maquetas midi no se podían sacar».

La comunión entre ambos artistas se fraguó entre visitas «inspiradoras» al estudio y un cambio en el estilo para dar lugar a una «música visual», que espera servir de ejemplo a los alumnos. «Queremos mostrar cómo las artes pueden conectar y dar resultado a una obra artística diferente», señaló el compositor.

Salir de la zona de confort se presenta como la oportunidad de conectar disciplinas, «una tendencia cada vez más acusada en el tiempo actual». Abrirse al mundo contemporáneo, quitando del centro de la ecuación a lo clásico es la senda a transitar durante los próximos años. «Una vez roto el hielo con la presentación de esta obra, la idea es continuar en esta línea», confesó Fernando Agüeria, director del Conservatorio.

El lugar elegido para albergar la pieza será el departamento de Composición, acompañando a un piano donado por la Sociedad Filarmónica de Oviedo, y tocado por pianistas ilustres como Rubinstein o Rajmáninov.

Tras esta primera toma de contacto, las colaboraciones entre ambos artistas se mantendrán en el futuro. La más inmediata en el Teatro Monumental de Madrid, en el ciclo de cámara de la orquesta de Radio Televisión Española. «Si todo va bien, haremos una obra similar, basándonos en la pintura en vivo», anunció Burgos. Una línea de trabajo «interesante» que augura una relación duradera entre batuta y pincel.

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