Ni en el "éxtasis del PP de Canteli" ni el "catastrofismo de la izquierda", Vox realizó ayer su propio balance de San mateo, unas fiestas, calificó su portavoz en Oviedo, Cristina Coto, "sucedáneas, deslucidas, con casetas uniformes, con unos conciertos que han generado pérdidas y con el error de usar de horarios de pandemia cuando ya no hay restricciones". "La cuestión", resumió Coto que criticó la falta de autocrítica del Alcalde Alfredo Canteli, "es que Oviedo está continuamente perdiendo en todos los ámbitos, también en el festivo, y nos están adelantando ciudades vecinas. ¿Cómo es posible que Llanera organice un festival, el Bombastic, de 3 días, vengan 140.000 personas, y genere 10 millones de euros? En Oviedo ya no hay figuras internacionales, y eso es malo porque se sienta un precedente que nos deja fuera del circuito. El Ayuntamiento dejó de percibir unos 830.000 euros por 3 conciertos que, además, le supusieron casi 140.000 euros en el caché de los artistas".

En su repaso a San Mateo Coto explicó que San Mateo no tiene que ser negocio pero tampoco generar pérdidas "con una adecuada organización las ganancias de los conciertos". La propuesta de su partido, dijo, será "un modelo que combine los conciertos de pago y los gratuitos, y con una oferta más ambiciosa en éstos, como ya existió en Oviedo, y todos recordamos los conciertos de la Plaza de la Catedral".

Coto cargó también contra la supresión de los chiringuitos, no por eliminar los que financiaban partidos políticos, aspecto con el que está de acuerdo, sino con haber "más que consensuado el modelo con la cúpula de la patronal OTEA". "El PP y Cs eligieron socio y, al igual que el miércoles aprobaron la ‘Ordenanza Almeida’, es de dominio público que este San Mateo ha sido rebautizado como San Motea", protestó. Para Vox, lo que habría que haber hecho era "mantener el modelo tradicional sin chiringuitos políticos; ‘No’ a los chiringuitos vinculados a partidos políticos y ‘Sí’ a un espacio para las asociaciones y otro para los hosteleros, por concurso y rotando. No es excluyente, han convivido siempre en paz".

La portavoz de Vox también aprovechó para alertar de que los organizadores de las fiestas de barrio "están a punto de tirar la toalla", y pidió que, como sucede en San Mateo, el Ayuntamiento de Oviedo se haga cargo y pague los suministros para estas celebraciones.