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Memoria viva del gran Hospital General de Oviedo

Los primeros médicos que se formaron en el centro sanitario en los años sesenta se reúnen mañana en Oviedo: "Aquello fue una innovación absoluta"

José Miguel Estevan Solano, a la izquierda, y José Enrique Menéndez Menéndez, delante del Hospital General de Asturias, con un ejemplar del libro elaborado para la reunión de médicos residentes. | Miki López

Se reunieron en 2019 después de muchos años sin verse. Y aquel reencuentro les resultó tan grato que decidieron repetir, pero ampliando el círculo de convocados. Una amplia representación de los primeros médicos «residentes» que se formaron en el Hospital General de Asturias en los años 60 y principios de los 70 se congregarán este viernes y sábado en Oviedo, Covadonga y Ribadesella para rememorar su estancia en el centro sanitario de la capital del Principado. La reunión abarcará el periodo 1963-1971. Está prevista la asistencia de unas cien personas, entre facultativos y familiares.

La suya fue una época en la que la sanidad regional marcaba pautas organizativas a nivel nacional. «Creamos los programas MIR dieciséis años antes que nadie», declaró a este periódico en 2009 Carlos Soler Durall, primer director gerente del Hospital General. Trabajó siete años (1959-66) en Asturias, donde desplegó los amplios conocimientos que anunciaba su exquisito currículum académico: doctor en Medicina por Madrid y Barcelona y máster y doctor en Sanidad Pública por la Yale University (EE UU). El doctor Soler falleció el año pasado, pero su impronta permanece muy viva.

Sala de radiodiagnóstico del Hospital General de Asturias. De izquierda a derecha, Ramón Hernández Oter, Juan Manuel Soto Pardo, Luis Giménez Parres, Antonio Ganáu, Fernando Ibarra, Juan Torres, Feliciano Álvarez Linera y César Pedrosa. | Cedida por el doctor Linera

«El sistema organizativo del Hospital General supuso un cambio radical en el panorama sanitario español», subraya el cirujano vascular José Miguel Estevan Solano, coordinador del encuentro de médicos residentes del Hospital General de mañana y pasado. Junto a José Enrique Menéndez Menéndez, un investigador vocacional, ha promovido y publicado un libro de formato grande y 160 páginas que recoge artículos de compañeros del centro sanitario en los que se evocan historias vividas, personas y anécdotas, ilustradas con fotografías procedentes de diversos archivos personales e institucionales.

El sistema de médicos internos rotatorios constituyó «una innovación absoluta en la sanidad española», añade el doctor Estevan. En el elenco de jefes de servicio figuraban «profesionales de gran prestigio, como César Pedrosa, Fernando Alonso Lej, Joaquín García Morán o Luis Delclós, entre otros, que marcaron un antes y un después en sus especialidades». Una de las singularidades del proceso formativo es que los médicos jóvenes vivían en el propio Hospital General de Asturias.

Realización de una placa (1966). | AHA

El doctor Estevan fue uno de los organizadores del encuentro de 2019, en el que se celebraron las bodas de oro de la promoción 1969-70 de antiguos residentes del Hospital General. Se les sumaron los residentes del curso 1971-72. Se congregaron más de 60 personas. La experiencia dejó a los participantes con ganas de más. Por eso, decidieron repetir la convocatoria, pero ampliándola a un colectivo muy particular: los antecesores. Es decir, «a todos aquellos médicos supervivientes del Hospital General de Asturias que nos recibieron, acogieron y tutelaron cuando nosotros llegamos».

El Hospital General de Asturias abrió sus puertas en 1961. Ese mismo año, unos meses más tarde, también entró en servicio la Residencia Sanitaria Nuestra Señora de Covadonga, situada sólo a unas decenas de metros de distancia. Eso sí, las entidades promotoras de ambos eran distintas. El Hospital General fue construido por la Diputación Provincial de Oviedo, bajo el impulso de su carismático presidente, José López-Muñiz; y la Residencia, por el Instituto Nacional de Previsión. Los restantes edificios de la ciudad sanitaria emplazada en el barrio del Cristo son más recientes.

Un riñón artificial del área de nefrología (1966). | AHA

En el libro conmemorativo, el consejero de Salud del Principado, Pablo Fernández Muñiz, destaca que en el Hospital General de Asturias se organizó un procedimiento de formación de posgrado de los médicos «que se convertiría en la base del sistema de especialización MIR». Y el oncólogo Ángel Jiménez Lacave, quien llegó al Hospital General en 1969, señala que, al vivir en el hospital tanto los internos rotatorios como los residentes, «la comunicación entre los médicos era muy fluida», lo que dio lugar a «un espíritu de familia y dedicación que, sin darnos cuenta, nos llevó a considerar el Hospital General de Asturias como nuestro».

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