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El Ayuntamiento de Oviedo, dispuesto a comprarle al Estado el Palacio de la plaza del Sol

El edificio, del siglo XVIII, con 2.000 metros cuadrados útiles, se va a someter en breve a una rehabilitación de toda su fachada exterior

El Palacio de Inclán y Leyguarda, en la Plaza del Sol, en una imagen de 2018, sin andamios ni vallas. Irma Collín

El Palacio de Inclán y Leyguarda, un caserón del siglo XVIII propiedad del Estado y ocupado en no más de un 20% por algunos servicios de la administración central en la capital del Principado, podría pasar a manos municipales. La idea, una vieja aspiración del Ayuntamiento explorada en ocasiones anteriores, parece que va camino de fructificar, después de que en las últimas semanas se hayan retomado los contactos con Madrid de cara a una posible adquisición del inmueble.

De momento, no han trascendido más detalles sobre el destino de los alrededor de 2.000 metros cuadrados útiles que tiene el edificio, repartidos en cuatro plantas y situados a dos pasos del edificio consistorial. Los técnicos municipales siempre han considerado estratégica esta ubicación, y anteriores negociaciones se llegó a plantear a la administración central algún tipo de permuta para resolver el cambio de titularidad.

Además de su proximidad con el Ayuntamiento, el Palacio de la Plaza del Sol es una de esas piezas que, dada su situación dentro del casco histórico, ayudarían a impulsar ese plan especial para regenerar el Antiguo de Oviedo. La política de adquisición de edificios por parte de la administración local para ofrecer servicios ciudadanos es una herramienta habitual dentro de las políticas actuales de mejora urbanística de las zonas viejas.

La nueva negociación en marcha para que el Ayuntamiento compre el Palacio de Inclán y Leyguarda y dote al caserón de una nueva vida, después de haber sido, hace años, sede de la Consejería de Cultura del Principado de Asturias, llega en un momento en que el edificio está a punto de someterse a una rehabilitación exterior total.

Los problemas de la fachada del Palacio de Inclán y Leyguarda comenzaron hace un par de años, cuando el desprendimiento de algunos cascotes obligó a instalar andamios en el perímetro del edificio. El Ayuntamiento comenzó entonces una negociación con Patrimonio del Estado para que se hiciera cargo de la reparación del edificio, pero todo fue en vano.

Los problemas se incrementaron cuando, durante las fiestas de San Mateo de 2021, los andamios fueron aprovechados por algunas personas, durante un botellón en la plaza, para encaramarse a la parte superior. Esta circunstancias llevaron al Ayuntamiento a ordenar, de forma preventiva, un cierre total del perímetro con vallas ciegas de cara a las fiestas de este año. A la vez, y después de que la administración central dejase constancia de su poco interés por la rehabilitación del inmueble, el Ayuntamiento ordenó la ejecución subsidiaria de la reparación de la fachada.

Se estima que la reposición de aleros y cornisas de todo la fachada costará más de 100.000 euros, según el proyecto que está elaborando el arquitecto Felipe Díaz-Miranda, encargado de los trabajos de ejecución subsidiaria del Ayuntamiento. La orden para acometer las obras llegó la semana pasada y se calcula que el proyecto pueda estar listo en unas dos semanas. Después tendrá que conseguir el visto bueno de las administraciones implicadas (Patrimonio) y en cuanto lo autoricen el Ayuntamiento podrá ejecutar ya la obra.

La rehabilitación de la fachada del caserón de Inclán y Leyguarda permitirá retirar las vallas y los andamios y que la plaza del Sol recobre la morfología original que le da el edificio, que preside este espacio central dentro de uno de los ejes del casco Antiguo.

Cuestión distinta será la de la compra del inmueble, una posibilidad en la que el Ayuntamiento todavía está en una fase inicial de tanteos con la Administración central.

Una de las últimas veces que se analizó la posibilidad de que la administración local adquiriera el inmueble, la propuesta llegó desde uno de los funcionarios que desarrollan allí su trabajo. Gonzalo Cuervo Cárdenas es administrativo en uno de los servicios que se ofrecen allí, pero también un apasionado de la historia que el año pasado desarrolló su trabajo fin de grado en Historia del Arte, con la profesora Isabel Ruiz de la Peña como tutora, con una propuesta museológica para el mismo edificio en el que él trabaja. La propuesta de Gonzalo Cuervo era la de recuperar el edificio para alojar un museo de la ciudad en el que se pudiera contextualizar el origen de Oviedo, su vinculación a las peregrinaciones a Santiago y ofrecer una visión de conjunto de la historia de la ciudad.

Sus ideas incluían también la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) para el edificio, y si bien su proyecto captó cierto interés y el propio Alcalde, Alfredo Canteli, visitó el inmueble, no consta ahora que entre los planes municipales esté, en primer lugar, la idea de un equipamiento cultural, más cuando hay servicios en el edificio consistorial con necesidades tan urgentes de espacio como el archivo municipal.

Según recoge el trabajo de Gonzalo Cuervo, el Palacio de Inclán y Leyguarda se construyó tras un encargo, fechado en 1759, para que Inclán, ya con casa en la zona, hiciera una casa nueva. "La operación ascendió a 38.000 reales, cantidad relativamente baja, debido a la modestia de los materiales empleados, pues los sillares de piedra se dedicaron en exclusividad para marcos de vanos y esquinales, y el ornato brilla por su ausencia", describe Cuervo. En 1792 consta como propietaria Benita de Inclán y Leigüarda, Desde finales del XVIII la casa perteneció al marquesado de san Esteban hasta que fue vendida al Estado en 1940. En esa fecha se redacta un proyecto de reforma interior, ejecutado por el arquitecto municipal Federico Somolinos, encargado por la Sección Femenina de las JONS.

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