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Espléndido paseo por un siglo de ópera en el Auditorio de Oviedo

Una buena OFIL flanquea al tenor Riccardo Massi y la soprano Elena Pankratova, gran triunfadora de la velada, en un sólido concierto

La OFIL, en plena actuación, anoche, en el Auditorio. Irma Collín

La casualidad hizo que la cancelación de la soprano albanesa Ermonela Jaho en el estreno de la temporada de Los Conciertos del Auditorio, un varapalo para los numerosos seguidores con los que cuenta en Oviedo, se tornase en el descubrimiento de Elena Pankratova, quien con su debut en la capital emocionó al Auditorio a base de técnica, potencia sonora y una paleta ilimitada de colores vocales.

En la gala lírica de ayer, el público disfrutó de un paseo por algunas de las páginas más famosas de un siglo de la historia de la ópera de la mano de la soprano rusa, el tenor Riccardo Massi y la Oviedo Filarmonía (OFIL).

La orquesta y su titular, Lucas Macías, interpretaron para abrir boca la obertura de "Carmen", y con ella se aseguraron los primeros aplausos de la noche. Massi, comenzó "Ah! Fuyez douce image", con una voz algo destemplada y algunas carencias en el agudo.

Con la aparición de Pankratova en el escenario se desató el delirio en el aria de Cilea "Io son l’umilde ancella", ante un público que desde la primera nota se rindió a su voz. El fraseo de la soprano rusa, su expresividad y la uniformidad del registro presagiaban lo mucho que aún quedaba por llegar.

"Ah léve-toi, soléil", otra de las arias más famosas del repertorio francés, devolvió a Massi al escenario. El balance con la orquesta no terminó de ajustarse y el público, aunque aplaudía estaba algo distante. Terminó la primera parte con el dúo del segundo acto de "Un ballo in maschera". Massi y Pankratova tienen voces muy distintas e incluso hubo cuestiones de afinación entre ambos. Pese a todo, el público respondió favorablemente.

Massi, durante su actuación anoche en el Auditorio. | Irma Collín

En la segunda parte, y ajena al repertorio operístico, la OFIL puso el broche español con la obertura y el intermedio de la zarzuela cómica "Diana cazadora o Pena de muerte al amor", de la compositora María Rodrigo y los hermanos Quintero. Una rareza musical alejada de los teatros e infrecuente en las programaciones. Le siguió el conocidísimo "A te o cara", "tour de force" de cualquier tenor belcantista, que a Massi se le quedó algo forzado en el plano vocal y plano en el expresivo.

De Bellini a Puccini, con la ópera "Turandot", uno de los papeles que mas satisfacciones le ha dado a Pankratova en su carrera. Donde demostró una vez más su toda potencia sonora, con la que hizo enloquecer al público. El intermezzo de "Manon Lescaut", con una OFIL cohesionada, fue el número instrumental que más convenció a los asistentes.

De la mano de "Un giorno di pianto", llegó por fin la ovación que tanto tiempo esperó Massi, con una voz más presente que en los números anteriores, aunque había quién aún le pedía una mayor entrega.

Una faceta más trágica expuso Pankratova en "Voi lo sapete, o mamma", pero la voz no flaqueó. Supo modularla para mostrar la desesperanza de la pobre Santuzza traicionada.

"Tosca" cerró el programa de la gala. Otro fragmento que puso a prueba a los dos solistas, que crecieron en el plano vocal, aún con problemas de afinación en algunos momentos. Como propinas, Massi culminó la noche con "Nessun dorma" con el que terminó de conquistar al público. El vals de Musetta fue el aria elegida por Pankratova, con la que se trastabilló en el agudo final y terminó con un sabor agridulce, pese a los grandes momentos previos que el público, con su ovación final, agradeció.

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