La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un grupo extranjero se interesa por el Calatrava tras acabar la subasta sin grandes ofertas

El Ayuntamiento y el fondo acreedor del centro comercial tienen diez días para aceptar la única puja de 157.000 euros o encontrar otro comprador

Imagen del exterior del Calatrava. | LNE

Un grupo inversor extranjero está sondeando la posibilidad de presentar una oferta por el antiguo centro comercial del Calatrava tras el cierre de la última subasta. La puja terminó con una serie de ofertas simbólicas –de entre 1 y 15 euros– y con otra de 157.777 euros. Con el proceso clausurado, una empresa de fuera de España se dirigió a los administradores concursales para solicitar una moratoria de 30 días que les permitiese preparar una propuesta. La respuesta fue negativa y les remitieron a los diez días que establecieron los propios administradores para despejar el futuro del centro comercial. En todo caso, la última palabra la tendrán el Ayuntamiento de Oviedo y el fondo de inversión suizo Varia Structured Opportunities como principales acreedores del concurso en que está inmersa la empresa Estabona, antigua propietaria del centro comercial.

La galería del Calatrava, cerrada desde hace cuatro años, tiene cargas por 9 millones; en concepto de impagos del Impuestos de Bienes Inmuebles (IBI) son 2 millones que adeuda al Ayuntamiento; los otros 5 millones corresponden a un crédito con Varia Structured Opportunities para reformar el centro comercial.

Las otras alternativas pasan por la aparición de una oferta superior por parte de un tercero o bien por que el fondo de inversión suizo aceptase una dación en pago para posteriormente afrontar la recuperación de las instalaciones mediante a un acuerdo con el Consistorio.

El equipo de gobierno de Alfredo Canteli lleva más de un año en conversaciones con dicho fondo, con el que alcanzó un principio de acuerdo para que dos de las tres plantas pasasen a manos municipales. Este espacio, los dos pisos superiores, irían destinados a ampliar la superficie del Palacio de Congresos y organizar allí ferias y reuniones profesionales. La planta restante, siempre según esta posibilidad, quedaría en manos del fondo de inversión para explotarla a través de negocios de hostelería y espacios de ocio.

Ambos acreedores tienen previsto reunirse próximamente para abordar las distintas posibilidades, una vez que reciban la notificación del resultado de la última subasta y conozcan quién está detrás de esa única puja de 157.777 euros. Pese al interés de última hora del grupo inversor extranjero, en el Ayuntamiento desconfían de que el proceso pueda terminar con una oferta que desemboque en una venta directa. En los últimos meses, han sido varios los inversores o intermediarios que han preguntado por las condiciones. Más allá de la gran deuda, el abultado IBI del inmueble, de unos 700.000 euros al año, es el mayor freno que encuentran los interesados.

Compartir el artículo

stats