Cojines en el suelo, entrar y descalzarse. Solo el ritmo marcado por el cuenco tibetano acompaña la armonía que se crea en unos recreos sin balones de fútbol ni niños corriendo por el patio. En su lugar, el aula se convierte en un espacio para desconectar del exterior y conectar con las emociones. Son los recreos mindfulness, una mecánica que el Colegio Púbico La Gesta, en Oviedo, puso en marcha hace tres semanas y que ya se ha convertido en una de las actividades favoritas de los alumnos. “El proyecto nació el año pasado, bajo la dinámica “Espacios que educan”, donde vimos que tener una sala para mindfulness podía ser una buena manera de formar a los alumnos”, cuenta Sandra Carranza, Pedagoga terapéutica, coordinadora de la actividad y una de las primeras sorprendidas con la buena acogida de la iniciativa. “Llevamos solo tres semanas y ha sido todo un éxito, los niños están encantados”, cuenta la docente.

Con el germen de la experiencia del curso anterior, este año decidieron apostar en serio por revolucionar los recreos acondicionando una sala que, bajo el nombre de “Inspira”, se ha convertido en una especie de refugio para los niños de tercero a sexto de primaria. “Ofrecemos un espacio alternativo al alumnado, bien porque hay niños que tienen diferentes inquietudes, a lo mejor hay unos a los que no les apetece el juego de equipo, sino otras dinámicas o, simplemente, porque todos tenemos días en los que no nos encontramos bien o estamos nerviosos por algo, entonces venir a la sala de puede ser una buena opción”, señala Carranza. 

Escucha activa y compartir un momento de calma en el que las preocupaciones del día a día se quedan al otro lado de la puerta es la forma de dar un giro a los recreos frenéticos convencionales. “Los niños bajan de forma voluntaria y allí dentro tomamos la merienda, en vez de sacar el bocata y comerlo mientras corren por el patio, intentamos que sea un momento de dialogo consciente y una vez acabamos, hacemos un juego activo para mover el cuerpo”, subraya Carranza. Una buena manera de dinamizar el espacio entre clases tras tres horas sentados en el aula. La mecánica consiste en realizar un juego de activación, donde se alternan compases más rápidos con otros más lentos para cerrar la sesión. “Hacemos una relajación guiada, con música, acompañado del ritmo que marca el cuenco tibetano”, explica la pedagoga.

La relajación de la vela, o la de la estrella son algunas de las técnicas que los alumnos aprenden en el aula “Inspira” y luego aplican para afrontar situaciones del día a día, como, por ejemplo. El nerviosismo previo a un examen. “La relajación de la estrella nos ayuda a hacer cinco inspiraciones y expiraciones profundas y para no perdernos usamos nuestra mano. Eso a ellos les da un anclaje físico. Luego tenemos también la respiración de la vela, una vela muy especial que si la soplas fuerte coge más llama, por eso, hay que soplarla muy suave, esto les ayuda a bajar los niveles de estrés”, indica Carranza.

A parte del personal docente y el alumnado, otro de los pilares del proyecto se asienta en las familias. Para ello, el centro ofrecerá una formación destinada a padres, madres y abuelos los martes de 16.30 a 18.30 horas, los días 22 y 29 de noviembre, el 13 y 20 de diciembre, y, en enero, el 10, 17, 24 y 31. Será una actividad gratuita dirigida a familias con menores en el colegio que será impartida por Tania Hernández, coach emocional y exalumna del centro. “La idea es poner una base común de conocimiento y práctica de mindfulness para que puedan gestionar situaciones con las que se encuentran en el día a día. En estas charlas para padres abordaremos temas como el autoconocimiento o la autorregulación, emociones y pequeñas nociones de neurociencia, desde un punto de vista teórico que se complementará con una parte práctica para comprendernos mejor”, añade Hernández.

Para facilitar la asistencia a las familias interesadas en participar en la actividad el centro ha puesto en marcha un servicio de guardería en infantil y primaria durante las horas de formación a padres. "Es una forma de ayudar en la conciliación y que los que estén interesados puedan acudir", apunta Carranza.