La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Una OSPA novedosa y original en el Auditorio de Oviedo

La directora Nil Venditti derrocha simpatía y complicidad con la orquesta en un concierto de calidad con música nada habitual

Nil Venditti se dirige al público del Auditorio durante el concierto de anoche. Irma Collín

La Orquesta Sinfónica del Principado (OSPA) ofreció ayer en el Auditorio Príncipe Felipe un interesante, original y poco habitual programa en su tercer concierto de abono, patrocinado por LA NUEVA ESPAÑA, y en el que la formación contó con la turco-italiana Nil Venditti de directora invitada más el solista de la orquesta Juan Ferriol en "L’Horloge de Flore" de Jean Françaix (1912-1997), nueva demostración de la calidad de los primeros atriles de la formación asturiana aunque siga sin concertino, puesto esta vez ocupado por la norteamericana Mirabai Wesmehl.

Obras poco o nada escuchadas, comenzando por el "Divertimento" de Ibert que abría velada y daba título al programa, agradecido de escuchar para una orquesta colorista y camerística más la verdadera animadora, Venditti, animando a participar dando palmas a los asistentes en un torbellino de "music hall" fresco y realmente divertido.

Otra composición francesa, la de Françaix, es una obra cumbre en el repertorio de oboe que Juan Ferriol bordó en una lección magistral de gracejo y musicalidad junto a sus compañeros, incluyendo el excelente diálogo con el clarinete de Weisgerber, bien llevados por una batuta derrochando simpatía y complicidad, latiendo con este "reloj floral" de siete horas lleno de perfumes parisinos más el regalo del ya eterno Morricone con el "Juan’s oboe" mejor que el Gabriel original de "La Misión".

La segunda parte mantuvo novedades y la simpatía de la directora presentando cada obra con calidad y entrega orquestal, desde el joven Puccini recuperado por Muti, sinfónico de trabajo académico y espíritu wagneriano antes de la apuesta necesaria por la música actual, la del siempre rompedor pianista y compositor turco Fazil Say –al que escuchamos en febrero de 2016– con cuyas cuatro "Danzas sinfónicas op. 64" muestra su inspiración en el folklore de su tierra no tan lejano al nuestro, pleno de paisajes evocadores como las especias. Orquestación poderosa, rítmica desbordante, entendimiento total con la directora y una velada novedosa e interesante. Triunfó la directora Nil Venditti y la música nada habitual.

Lástima las butacas vacías, no está claro si por el frío que llegó de pronto o por el desconocimiento de este concierto que resultó original y de calidad, esperando que en los próximos se recupere el aforo de los buenos tiempos sinfónicos antes del tedio o la pandemia que aún habita entre nosotros.

Compartir el artículo

stats