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La Vega se convertirá en un barrio de innovación al estilo del centro de Europa

Barbón y Canteli destacan que la fábrica de armas será un foco de atracción de actividad | La industria de Defensa impresiona al Ejército

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Primera feria de la industria ligada a la Defensa de Asturias

Los terrenos que ahora ocupa la antigua fábrica de armas de La Vega se convertirán, una vez que se complete su urbanización, en un barrio al estilo de los que abundan en las grandes ciudades del centro europeo, en cuyo vecindario convivirán codo con codo empresas innovadoras, el arte y la vanguardia. No es un deseo, es un objetivo que ayer verbalizaron el presidente del Principado, Adrián Barbón, y el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli. Lo hicieron durante la demostración tecnológica que más de una treintena de empresas asturianas realizaron en la nave de cañones de La Vega. Por unas horas, sus paredes recuperaron el ambiente marcial que habían tenido durante tantos años. El objetivo era mostrar toda la artillería que estas compañías desarrollan ante los más importantes altos cargos de Defensa. Misión conseguida. Los militares, según ellos mismos confesaban, se fueron impresionados.

De los civiles, fue Barbón el más explícito a la hora de desgranar los planes para los terrenos donde antes se fabricaba armamento para el Ejército. "Quien quiera observar una muestra del potencial de este sector que alce la vista y mire a su alrededor. Estamos en una nave diseñada por Sánchez del Río, y que en su momento fue el emblema de la tecnología más moderna en la fabricación de cañones", dijo. Era el preámbulo, aludir al pasado contemplando el presente, para hablar del futuro. "Déjenme reivindicar para este espacio, y para La Vega en su conjunto, el concepto de distrito o barrio de la innovación, como los que ya existen en otras ciudades europeas", aseguró. Los usos para el suelo son los ya proyectados. Barbón destacó que "el aprovechamiento de este enclave estratégico para la biotecnología, la industria de la defensa y la cultura redundará a favor de la innovación y el dinamismo económico en toda la ciudad y en Asturias entera". La ambición es mayúscula.

La Vega recuperó ayer el esplendor que el paso del tiempo había ido borrando de algunas de las ya acorchadas paredes de la nave de cañones. Eso lo destacó el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, que aseguró que la ciudad "tendrá mucho que decir en la resolución del futuro de estos terrenos, cuya resolución es inminente y que va a transformar la capital". En línea con lo que unos minutos más tarde diría Barbón (el regidor participó en la apertura del evento y el líder del Principado en la clausura), Canteli resaltó que, en un futuro, que espera que no sea muy lejano, "La Vega será un polo de atracción y esperamos que este ‘‘hub’’ de Defensa pueda establecer aquí su sede". También hizo un llamamiento a todas las administraciones implicadas en el proceso (Ministerio de Defensa, Principado y Ayuntamiento) para no dilatar más el proceso de firma del convenio que, según sus propias palabras, "esta muy cerca". Pero recalcó que "no puede retrasarse y que pasen otros diez años. El potencial es enorme, hay que devolver a La Vega el esplendor que merece".

Las catas, en marcha

Fuentes municipales aclararon que su el trabajo en esta parte del proceso, ya está bien encarrillado y las catas arqueológicas que deben de realizarse sobre el terreno de la fábrica llevan ya semanas en marcha y han sido aprobadas, poco a poco, a base de contratos menores.

Lo que resaltaron todos los participantes en la feria –políticos, militares y empresarios– fue el enorme potencial del sector asturiano ligado a la industria militar. Las empresas de la entidad que organizaba este evento, la Asturias Hub Defensa, mostraron todo su potencial en áreas como la medicina y protección del combatiente; el armamento, la munición y sistemas de defensa; la fabricación aditiva; el diseño, la ingeniería y la fabricación avanzada; las tecnologías de la información y los simuladores; y la robótica y los vehículos autónomos. Una de las estrellas del evento fue un pequeño robot de la gijonesa Alysis que recorría la fábrica de cañones de La Vega a sus anchas entre invitado e invitado. En total, las empresas ligadas a este creciente sector, que tiene un gran futuro gracias al aumento de los presupuestos del Ministerio de Defensa, suman en Asturias el 15% del PIB y da empleo a más de 2.500 personas. Las cifras, por ejemplo, las resaltó el consejero de Ciencia e Innovación, Borja Sánchez, que destacó la importancia de establecer vías de unión y asociación entre estas compañías para que puedan competir mejor por los exigentes contratos internacionales. Sus desarrollos e innovación, resaltó el consejero, trascienden a lo militar. "Es un sector tractor, ideas que luego se han popularizado como la de la comida en lata salieron de ellos", aseguró.

Sobre la estructura de la joven asociación habló Ángel de Álvaro, presidente de la Asociación Empresarial de Tecnologías de Asturias para el Desarrollo de la Industria de la Defensa. "Hay muchas pymes que ayudan a sostener centenares de empleos, esta es una asociación muy joven que busca aprovechar las sinergias y que en poco tiempo ha hecho ya muchísimas cosas", aseguró. Y, aprovechando que entre el público había un nutrido grupo de políticos, reivindicó "más inversiones para desarrollar la industria".

Esa necesidad de colaboración la puso también de relieve el general de división de la Subdirección General de Planificación, Tecnología e Innovación del Ministerio de Defensa, José Luis Murga. "Esta asociación está demostrando fuerza y visión, mezclando empresas veteranas con ‘‘start ups’’", señaló. El viento sopla a favor de todas ellas. "En la UE se están ampliando los presupuestos para la Defensa, para defender nuestra forma de vida", concluyó.

La punta de lanza del sector son dos compañías ovetenses, Santa Bárbara Sistemas y Expal –ambas asentadas en la villa cañonera de Trubia–, la segunda, además, acaba de ser comprada por la alemana Rheinmetall. Carlos León, director de la planta asturiana, asegura que, tras la reapertura, la compañía está trabajando bien en Trubia, con bastante carga de actividad. "Tenemos trabajo tanto en el taller de vainas como en el de proyectiles", asegura León. La plantilla ya alcanza los 60 trabajadores y, poco a poco, Expal va volviendo a poner en marcha partes de la fábrica que habían quedado paradas durante la pandemia. "El taller de vainas ya está funcionando al completo, en el de proyectiles seguimos avanzando, todavía no está al cien por cien, pero poco a poco vamos quemando etapas, todo dependerá de cómo vaya el mercado", aseguró.

Santa Bárbara, por su parte, llevó a la feria uno de sus vehículos Ascod, un blindado fabricado íntegramente en Trubia. Fernando Cantalapiedra, responsable de la parte eléctrica de la compañía, asegura que "este es un vehículo de cadenas con un demostrador tecnológico que es autónomo y que podemos mover a una distancia de dos kilómetros. El Ejército está muy interesado en estas soluciones para mandar a estos vehículos de avanzadilla".

Justo en frente, un grupo de investigadores liderado por Fernando Lasheras, exponía un dron equipado con un radar que es capaz de detectar explosivos enterrados bajo la tierra que ya han probado con un enorme grado de efectividad. Había también empresas del textil o de fabricación aditiva como el centro de investigación Idonial. Toda la artillería quedó al descubierto. Tanto, que Adrián Barbón aseguró: "Asturias está armada hasta los dientes para convertirse en un polo industrial de Defensa".

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