Principado, Universidad y Cámara buscan ya firmas biotecnológicas para La Vega

La Consejería de Innovación, la Finba e Idonial trabajan en el diseño del nuevo polo empresarial, que quiere generar 4.000 empleos de alto valor

Interior de la nave de cañones de La Vega. | Fernando Rodríguez

Interior de la nave de cañones de La Vega. | Fernando Rodríguez / Ch. NeiraCh. N.

Chus Neira

Chus Neira

Mientras el Ayuntamiento de Oviedo, el Ministerio de Defensa y el Principado de Asturias tratan de avanzar en el aterrizaje jurídico del protocolo que firmaron en verano sobre el futuro de la fábrica de armas para darle forma de convenio y firmarlo a principios de año, un grupo de trabajo impulsado por la Consejería de Innovación avanza ya en paralelo para convertir la vieja construcción fabril en un nuevo barrio presidido por un conglomerado de empresas biosanitarias.

Aunque en La Vega todo son, de momento, borradores y esquemas previos, este grupo de trabajo, que lleva meses celebrando reuniones y analizando la situación del ámbito, aspira a definir cuanto antes cómo puede ser ese polo biotecnológico que se quiere desarrollar allí y a encontrar las empresas que mejor encajen con el proyecto.

En el proyecto «La Vega Salud-Tech» se han juntado algunos de los agentes que más conocen el sector en el que la fábrica de armas quiere ser líder. Junto a la Consejería de Innovación está la Fundación para la investigación y la innovación biosanitaria del Principado de Asturias (Finba), la Fundación Idonial, que es el centro tecnológico de referencia de la región, la Universidad de Oviedo, La Cámara de Comercio y expertos en el sector.

El Principado ya avanzó hace meses que detrás de la adquisición de la Nave de Cañones que figura en el protocolo estaba su idea de desarrollar allí una incubadora biotecnológica que pudiera ser uno de los motores productivos de la fábrica. Pero el grupo de trabajo busca algo más allá. En concreto, con la idea de dar sentido y contenido a ese polo especializado, la primera fase en la que se encuentran ahora es en la elaboración de perfiles, la identificación del tipo de empresa biotecnológica que mejor encaja con la estrategia general para el ámbito.

Con la idea de generar la máxima actividad, el grupo no se limita al ámbito puramente científico y de innovación e intenta buscar empresas del sector que estén ya en una fase madura de crecimiento empresarial y necesiten dar un salto cualitativo y cuantitativo.

El objetivo final es crear un polo de empleo de calidad, de alto contenido urbano, donde, para empezar, se pretenden lograr unos 4.000 puestos de trabajo de valor añadido. No se trata solo del ámbito sanitario, sino de una idea un poco más amplia que en el grupo denominan como «Ciencias de la vida», y en la que Asturias, aseguran, puede ser líder y tener, en La Vega, su columna vertebral, similar a lo que se ha logrado desarrollar en el El Parque Científico Tecnológico de Gijón, que cuenta ya con 5.300 puestos de trabajo.

En ese contexto, el grupo de trabajo también está intentando relanzar la candidatura de La Vega como sede de la Agencia de Salud Pública, una aspiración que, de lograrse, dicen fuentes cercanas a esta operación, funcionaría como una argamasa, como un gran catalizador.

Las ideas sobre el polo tecnológico en las que trabaja el grupo del Principado, las fundaciones tecnológicas, la Universidad y La Cámara enlazan con el diagnóstico que esta semana hizo el catedrático de Economía Fernando Rubiera. El investigador del Regiolab explicó en un debate organizado por el Colegio de Sociólogos de Asturias que el sector biosanitario, y no solo de salud, tiene potencial en Asturias: «Tenemos el HUCA, un hospital de cierto tamaño, una población envejecida, somos líderes en operaciones de cataratas, en traumatología, en inseminación artificial porque las mujeres también llegan tarde la natalidad...», citó. Con ese sector, concluyó, es puede hacer un parque «muy atractivo, con una especialización inteligente para captar fondos europeos».

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La oposición cargó hoy contra el concejal Nacho Cuesta, después de que este confirmara en la comisión de Urbanismo que las catas arqueológicas, paso previo a la firma del convenio con Defensa, no se han contratado todavía. Nacho del Páramo (Somos) expresó su malestar por las explicaciones recibidas: «Ha costado bastante el sonsacarle en la Comisión que no hay aún ningún contrato para realizar los estudios arqueológicos en La Vega», protestó, «después de todas las mentiras de estas últimas semanas. Es una chapuza que el Ayuntamiento pretenda hacer en menos de un mes un estudio de un yacimiento arqueológico y una negligencia que desde la Consejería de Cultura no se tomen medidas para poner fin a semejante atentado, están dispuestos a todo para continuar con la especulación». Parecido sentir expresó la portavoz de Vox en Oviedo, Cristina Coto, que afeó que solo se esté haciendo «acopio documental a los efectos de determinar dónde se desarrollarán las citadas catas». «El hecho de que estemos ante un contrato menor constata que de ningún modo se hará un estudio arqueológico serio tal y como piden los expertos», añadió Coto, que ve peligrar así la firma del convenio. El portavoz del PSOE, Wenceslao López, también cargó contra la gestión que hace el equipo de Canteli, a cuyo «sectarismo» achacó que «Oviedo haya perdido la oportunidad de tasar La Vega como suelo industrial y también la cesión anticipada del claustro, la capilla y ocho mil metros cuadrados». «En lugar de llevar adelante ese acuerdo que permitía obtener la totalidad de La Vega al mejor precio posible», se quejó López, «Canteli se han embarcado en un camino lleno de ocurrencias e improvisaciones que supondrá muchos mayores costes y una afección al patrimonio industrial».

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