Los cantantes José Bros y Beatriz Díaz celebran una pasión compartida que dura décadas

El teatro Campoamor acoge el viernes una gala para conmemorar los treinta años del debut en Oviedo del tenor catalán y los veinte de carrera artística de la soprano allerana

José Bros y Beatriz Díaz, el año pasado, durante un descanso de la zarzuela «Los gavilanes». | Irma Collín

José Bros y Beatriz Díaz, el año pasado, durante un descanso de la zarzuela «Los gavilanes». | Irma Collín / Elena Fernández-Pello

Elena Fernández-Pello

Elena Fernández-Pello

El tenor barcelonés José Bros y la soprano allerana Beatriz Díaz están de aniversario y lo celebran cantando. Él celebra 30 años de su debut en el Campoamor; ella, 20 de carrera lírica. El 11 de noviembre de 2002 ambos coincidieron, con gran éxito, en el estreno en el teatro ovetense de "L’amico Fritz" y el viernes, 16 de diciembre, vuelven al mismo escenario, a las 20.00 horas, para celebrar una fecha tan memorable con una gran gala lírica "30+20 melodías para un aniversario", bajo la dirección de un ovetense, Oliver Díaz.

Mucho ha llovido desde entonces y mucho han cambiado sus vidas. "Parece mentira que hayan pasado 30 años", admite Bros. "El público del Campoamor me ha visto crecer como artista, y eso es un aliciente y una responsabilidad a la vez", reconoce.

El cantante catalán se estrenó en Oviedo con una carrera incipiente. "Cuando llegué respiré un clima afable y de serenidad que más me impactó y cuando pisé las tablas del Campoamor, me vinieron a la cabeza todos los grandes de la lírica que habían pasado por allí; yo hacía un año que había iniciado carrera", recuerda. "Subí a escena con mucha ilusión y esa emoción ha ido creciendo en mí", afirma, y asegura que aún tiene cuerda para rato. "Me dedico a esto con devoción. Soy afortunado de levantarme cada mañana y poder hacer lo que me gusta, y que además le guste a otra gente", reconoce.

Ismael Pons, Beatriz Díaz y José Bros, en 2002, en «L’amico Fritz». | LNE

Ismael Pons, Beatriz Díaz y José Bros, en 2002, en «L’amico Fritz». | LNE / Elena Fernández-Pello

El paso de la vida deja su huella en la voz, explica José Bros, por eso él se esfuerza en "llevar una vida serena y equilibrada". "La felicidad lo es todo junto a la salud, e intento tener vivencias de calidad porque se reflejan en la voz. El nacimiento de un hijo, la muerte de un hermano... Los cantantes de ópera podemos reencarnar todas las vicisitudes de la vida en los personajes", refiere. De Oviedo dice que se queda con "el reconocimiento del público" y recuerda con especial emoción el interminable aplauso, "caluroso y unánime", que le dedicó en 2019, nada más salir a escena en la gala "Eternamente".

Beatriz Díaz tiene una carrera algo más corta pero igualmente fructífera. "Yo sigo incrédula, no me hubiese imaginado ser cantante lírica, para mí es aún una sorpresa total. La lírica no formaba parte de mi vida, la fui descubriendo poco a poco, y me ha hecho vivir experiencias impensables y conocer mundo", cuenta.

La lírica es para ella "uno de los trabajos más enriquecedores, pero requiere mucho esfuerzo y sacrificio y hay mucha soledad". Díaz cuenta con la ventaja de que le apasiona viajar, lo mismo que a su marido y a su hijo que la acompañan siempre que pueden. Beatriz Dían cuenta que "hay distintas maneras de enfocar la carrera: hay gente que quiere trabajar pocos años y rentabilizarlo, yo aposté por la música como compañera de vida" y afirma haber aprendido a confiar, sabiendo que hay baches y ciclos. "La suerte influye, pero cuando pasa el tren por tu puerta tienes que tener todos los deberes hechos", afirma. En breve afrontará uno de sus grandes sueños: interpretará a la Mimi de "La Bohème" en Alicante, además con la producción del ovetense Emilio Sagi.

Ambos, Bros y Díaz, se deshacen en elogios el uno hacia el otro. Él dice de la soprano que es igual que su voz, "transparente", y que con ella es imposible que algo salga mal; ella, además de reconocerlo como un grandísimo cantante, habla del tenor como de "un compañero estupendo, con el que todo es fácil".

El viernes harán una nueva exhibición de esa compenetración musical con un programa con una parte dedicada a la ópera y otra a la zarzuela.

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