La Corredoria protesta por destrozos y actos vandálicos en la plaza de abastos

"Da pena", claman los vecinos, que denuncian pintadas, restos de botellones y desperfectos de mobiliario en el mercado, sin inaugurar

De izquierda a derecha, Maite Orozco, Pablo Fernández Cabañas y Manuel González, frente a una de las fachadas de la plaza de abastos afectada por las pintadas.

De izquierda a derecha, Maite Orozco, Pablo Fernández Cabañas y Manuel González, frente a una de las fachadas de la plaza de abastos afectada por las pintadas. / L. Landázuri

L. Landázuri

Ventanas rotas, puertas reventadas, latas de refresco, excrementos y pintadas. Es el escenario que los vecinos de La Corredoria encuentran cada día en los alrededores de la plaza de abastos, un mercado que prometía llevar el comercio de proximidad al barrio y que desde su finalización en 2013 no ha abierto sus puertas. Es precisamente el desuso de sus instalaciones la razón por la que los vecinos creen que sufre constantes desperfectos. "Es una vergüenza que la plaza se encuentre en este estado. Da pena", exclama Maite Orozco, presidenta de la Asociación de vecinos San Juan de La Corredoria.

La facilidad de los accesos y los puntos ciegos del edificio son algunos de los enclaves que los protagonistas de pintadas y botellones aprovechan para dejar su impronta, una huella que los vecinos tratan de atajar con recurrentes llamadas al Ayuntamiento. "Acuden siempre que lo solicitamos. El problema es que, en cuanto las borran, al día siguiente ya están las paredes destrozadas otra vez", señala Pablo Fernández Cabañas, secretario de la asociación vecinal.

Uno de los laterales del inmueble objeto de desperfectos. | L. L. / I. C.

Uno de los laterales del inmueble objeto de desperfectos. | L. L. / I. C. / L. Landázuri

Manuel González, vecino del barrio, muestra también su hartazgo ante los incesantes desperfectos que presentan los alrededores de la plaza de abastos. Cada domingo, en su paseo matutino, encuentra los estragos del botellón del sábado. "Botes, latas de cerveza, cristales rotos… acaba todo hecho un desastre, afirma.

Algunas de las propuestas de los vecinos son convertir el espacio en un centro social, algo que podría revitalizar el carácter asociativo del barrio que tanto echan en falta. "El Ayuntamiento promete abrir un centro social, pues aquí ya tiene el edificio hecho. Hay multitud de actividades culturales y de ocio, que podrían hacerse, en vez de echar esto a perder", apunta Teresa Ruiz, presidenta de la Asociación Libre de Mujeres de La Corredoria.

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