El colegio Pablo Miaja planta cara al racismo

El centro ovetense entra en la Red de Escuelas para la Paz y el Desarrollo: "Somos diferentes, pero con los mismos derechos"

Alumnos, miembros de la comunidad educativa y representantes de la ONG y la Consejería. | Fernando Rodríguez

Alumnos, miembros de la comunidad educativa y representantes de la ONG y la Consejería. | Fernando Rodríguez / L. Landázuri

Igualdad, respeto a la diversidad y rechazo a los prejuicios y al racismo. Fueron algunos de los valores y deseos que los alumnos de Primaria del CEIP Pablo Miaja de Oviedo plasmaron en un manifiesto pronunciado con motivo de la entrada del centro en la Red de Escuelas sin Racismo, Escuela para la Paz y el Desarrollo y Compromiso.

La adhesión del colegio a un proyecto que parte de la Asamblea de Cooperación por la Paz (ACPP) y que está financiado por la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo del Principado de Asturias, supone un paso al frente por parte del colegio hacia la educación en la paz, un camino que arrancó el pasado curso.

"El año pasado, impulsamos el programa educativo ‘Escuelas sin racismo, escuelas para la paz y el desarrollo’ en el centro, trabajando a partir de material didáctico con los alumnos de Primaria", señaló Tania Rodríguez, técnica de proyectos de educación para el desarrollo de la ONG.

Para afianzar la convivencia asentada en valores en el centro, los profesores emplearon diversos recursos pedagógicos, desde talleres hasta actividades enfocadas en la narración oral, para inculcar valores como la solidaridad entre el alumnado. Una experiencia que sigue la línea trazada el curso pasado, cuando se centraron en inculcar principios básicos como la tolerancia y la diversidad cultural. La andadura culminó con la entrega este viernes del la placa que les identifica como una Escuela sin Racismo. "Es una forma redonda de cerrar el proyecto", añadió Tania Rodríguez.

Beatriz Coto, directora de la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo, agradeció al centro su participación en un programa que empezó a fraguarse en 2011, de la mano de los centros públicos de Asturias. "Profesores, equipo directivo, orientadores, AMPA y alumnos han sido fundamentales para que la iniciativa sea un éxito", señaló Coto, quien recalcó la importancia del proyecto en aras de fomentar en los estudiantes el respeto desde la igualdad y poniendo en práctica una perspectiva crítica.

Promover el acceso a la salud, a la educación, en un entorno de libertad y justicia social, son pilares clave en un proyecto que ya cuenta con 33 centros del Principado como parte de la red y en el que el alumnado representa una parte imprescindible.

"Enhorabuena a los alumnos, que son el elemento más importante para que la semilla de la paz y el respeto pueda llegar a todos los lugares", subrayó David Artime, director general de Ordenación, Evaluación y Equidad Educativa de la Consejería de Educación del Principado de Asturias.

Algunos entre risas nerviosas, otros con confianza y sin guion, los alumnos del centro se acercaron al micrófono para sellar el compromiso que vincula al colegio con los valores del proyecto. "Todos somos diferentes, pero con los mismos derechos, sin importar el color de la piel o el idioma", celebraron los alumnos, arrancando el aplauso de sus compañeros.