El salón de actos del colegio Gesta supera los seis años a la espera de su reforma

El salón de actos del colegio público Gesta lleva ya más de seis años clausurado. Afectado por una plaga de termitas, la dependencia no se utiliza desde diciembre de 2016 y espera por una actuación que aborde los variados problemas que padece. Entre ellos figuran también el deficiente sistema de ventilación y la cubierta en mal estado.

La Consejería de Educación ha trabajado en colaboración con el Ayuntamiento de Oviedo en el proyecto. En la segunda mitad del pasado año se realizaron las catas y análisis necesarios para redactar el documento, que estaría finalizado. La Consejería de Educación ha reservado en los Presupuestos regionales de este ejercicio 178.184 euros para la actuación. Desde el Consistorio se trasladó también hace unos meses que realizaría una aportación económica, de 142.000 euros, para la remodelación total del salón de actos.

La comunidad educativa, que ha reclamado en diversas ocasiones el inicio de las obras, espera que en breve se licite la ejecución de la obra y da un "voto de confianza" a la Administración para abordar la actuación. Ya en otra ocasión se redactó un proyecto para ejecutar los trabajos en el colegio Gesta, que fue inaugurado en 1957. Pero en el edificio, que está protegido desde 2015, no se llegaron a acometer las obras.

Fue en 2018 cuando el Principado dispuso del proyecto para actuar en el colegio, en el que se incluía dotar de climatización a la instalación y acabar así con los numerosos problemas de humedad que tiene. La obra se demoró varios años, primero por la lenta tramitación de los permisos municipales, que se prolongó dos años. En el año 2020 se logró la autorización y se completó la contratación a principios de 2021.

Entonces surgió un obstáculo. Se produjo una modificación de una normativa europea referida a la eficiencia energética, lo que suponía tener que adquirir nuevos equipos y adaptar el proyecto a esa maquinaria. La empresa que había ganado el concurso renunció al contrato, alegando que le era imposible conseguir el material, y haciendo hincapié en las dificultades que entrañaba la modificación del proyecto.

La Consejería de Educación ofreció a la empresa la posibilidad de realizar una modificación de obra, pero la adjudicataria no lo aceptó y renunció al contrato. El proyecto actual será más ambicioso que el anterior, con un incremento en la inversión.

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