Antonio León Aguado: "La discapacidad no es una condena a la infelicidad"

"Un amigo me dijo un día que prefería estar en silla de ruedas que criando malvas; suena fuerte, pero es así", señala el psicólogo

Antonio León Aguado, junto a Ángeles Alcedo y Marián Álvarez Rivas, ayer, en el Club Prensa Asturiana de  LA NUEVA ESPAÑA. | Luisma Murias

Antonio León Aguado, junto a Ángeles Alcedo y Marián Álvarez Rivas, ayer, en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA. | Luisma Murias / M. J. IglesiasM. J. I.

María José Iglesias

María José Iglesias

"La discapacidad no es una condena a la infelicidad y no debe abordarse siempre en clave negativa, algo que se hace de forma habitual". Así lo dijo ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA Antonio León Aguado, profesor honorario de Psicología en la Universidad de Oviedo y autor del libro "La discapacidad es compatible con ser feliz", donde recoge una colección de veinte entrevistas a personas con movilidad reducida que invitan al optimismo con sus testimonios.

Precisamente de actitud positiva habló el profesor, empeñado en desterrar esa imagen negativa de la discapacidad en sus múltiples variantes que, a su juicio, no responde a la realidad. "Hablar de depresión no tiene sentido en el caso de personas que logran recuperar la capacidad física y mental; no es de recibo encerrarse en el duelo", indicó Aguado.

Entre las anécdotas que contó Antonio León Aguado destacó la de un amigo que un día le dijo: "Prefiero estar en una silla de ruedas que criando malvas". La frase se le quedó grabada. "Suena fuerte, pero es así; resume esa actitud positiva que preconizo", recalcó. También destacó la importancia de recibir ayuda psicológica, algo que no es nuevo. El Gobierno de los Estados Unidos lo puso en práctica al inicio de la II Guerra Mundial al contratar a más de 2.000 psicólogos para seleccionar a los soldados. Al final de la guerra, esos mismos equipos atendieron a los excombatientes de sus secuelas y crearon la llamada "psicología de la rehabilitación", corriente que sigue Aguado. A su modo de ver, las últimas décadas suponen un avance radical en el funcionamiento individual y la inclusión social, logrando una escena diferente. "Aun así, queda mucho por hacer", recalcó. Antonio León Aguado llegó a Asturias desde Madrid para trabajar en el Imserso en 1977. En esa nueva etapa también comenzó a colaborar con la Asociación de Personas con Lesión Medular y otras Discapacidades Físicas (Aspaym), donde ejerció como psicólogo. Más adelante llegó la Universidad.

Ayer le presentaron las psicólogas Ángeles Alcedo, profesora de la Universidad de Oviedo y compañera de tareas docentes, y Marián Álvarez Rivas, experta en Discapacidad, que destacaron su espíritu de lucha.

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"Diccionariu marineru, pescador y náuticu d’Asturies" es el título del libro que presenta hoy, a las 19.30 horas en el Club Prensa Asturiana, Luis Alberto Prieto. Lo hará acompañado por Ramón d’Andrés, filólogo especializado en lengua asturiana y profesor de la Universidad de Oviedo, y Amelia Fernández, alcaldesa de Carreño. A lo largo de la presentación, actuarán el artista Pipo Prendes y el coro "Gabiana". Aunque Prieto nació en Valladolid, es candasín "por mimetismo y convencimiento", como él dice. Su infancia y juventud transcurrieron en el barrio marinero de "Santolaya". Es licenciado en Filología Románica por la Universidad de Oviedo y ha sido profesor en los institutos de Luanco, Avilés, Salinas y Candás, donde se jubiló como catedrático en el año 2007.