La semana en que el Rector de la Universidad de Oviedo, Ignacio Villaverde, ha recibido el visto bueno desde Madrid a la modificación de los estudios de Ingeniería de Minas, para llevarlos al campus de Mieres el próximo curso y en que se ha conocido el coste de esa migración –un millón de euros– y los plazos para empezar llevarla a cabo –a partir de febrero según la institución universitaria–, el Alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, ha salido otra vez públicamente en defensa del mantenimiento del centro educativo en la capital de Asturias y para acusar directamente al presidente del Principado, Adrián Barbón, y al PSOE de ser "cómplices" y "responsables" de la desaparición de la Escuela.
El Alcalde Canteli, que presentó hace pocas semanas ante la Universidad y los órganos nacionales encargados de dar el visto bueno a estos cambios, sendos requerimientos para ser parte interesada en los expedientes y poder plantear alegaciones, aseguró ayer que no se dará por "vencido". "No lo vamos a hacer, hasta que agotemos la última opción de la que dispongamos para impedir que se lleven la Escuela de Minas de Oviedo", aseguró. Pero sus palabras, más que reflexionar sobre la estrategia del equipo de gobierno local para impedir que la Universidad lleva a cabo sus planes estratégicos de reordenación de estudios, se concentraron en señalar a los culpables de estos movimientos, el gobierno del Principado y el Partido Socialista, según su análisis.
Con un tono retador, Canteli parece tratar de plantear un todo o nada a Adrián Barbón a la hora de firmar la desaparición del centro de Oviedo, último paso que deben superar los planes del Rector. "Me cuesta mucho creer que el Presidente del Principado y el candidato socialista a la Alcaldía de Oviedo", afirma Canteli, "se atrevan a pedir el voto a los ovetenses en mayo siendo los responsables de que Oviedo pierda uno de sus emblemas universitarios".
De forma todavía más clara, el regidor ovetense califica la reordenación de estudios como "una maniobra antiOviedo" y explica que "solo será viable si el Principado la respalda y la financia".
Canteli considera al Rector "un mero ejecutor de una decisión claramente política del gobierno y del partido socialista" y razona que tendrá un coste electoral: "Estoy seguro de que los ovetenses, a la hora de emitir sus votos en mayo, tendrán muy en cuenta esta decisión con la que Oviedo vuelve a ser discriminada por los socialistas", afirmó.
No se salvan de sus acusaciones el grupo municipal socialista del Ayuntamiento, que votó contra el traslado en el Pleno municipal pero que, desde entonces, afea el Alcalde, "ha guardado un silencio cómplice con el Principado". Lo mismo dice el candidato a la alcaldía, Carlos Fernández Llaneza, y asegura, en resumen, que "los representantes socialistas de Oviedo no han movido ni un dedo para defender la permanencia de Minas en nuestro campus. Son cómplices y responsables de este latrocinio contra Oviedo y si de verdad defendieran la permanencia de Minas serían los primeros en exigir al presidente del Principado que rectifique".
Por último, Alfredo Canteli explica que la idea de concentrar las ingenierías de estudios mineros llevando Minas a Mieres "no es una solución para ese campus", "que necesita otros compromisos y proyectos que no se están estudiando", asevera. "Lo que se pretende ocultar", concluye el regidor, "es la inacción para potenciar ese campus con un traslado que es una maniobra política contra Oviedo para hacer realidad un viejo sueño de la izquierda asturiana, siempre militante contra la capital de Asturias".