Gonzalo González "Gonci", el hombre de la cámara que retrató la construcción de la Losa de Oviedo

El fundador de Calzados Casino fue un aficionado con miles de hora de grabación que documentó la construcción de la plataforma de Renfe

Gonzalo González, con su mujer Pilar González-Sandoval.

Gonzalo González, con su mujer Pilar González-Sandoval. / Irma Collín

Chus Neira

Chus Neira

El 20 de febrero de 1997 Gonzalo González abrió LA NUEVA ESPAÑA, leyó la página tres y salió al balcón de su casa a grabar. El titular que abría el periódico aquel día –"La estación del Norte tendrá una cubierta traslúcida y una doble plaza sobre las vías"– le pintó en su cabeza la transformación inminente de lo que todos los días veía desde el balcón de su casa, un séptimo piso al final de la calle Uría, asomado totalmente al tren.

Gonzalo González "Gonci", el hombre de la cámara que retrató la Losa

La colección de cintas de Gonzalo González. / Irma Collín

El parque de vías que al cabo de un año empezaría a transformarse con unas obras de las que ahora se cumplen 25 años era "un nido de ratas", asegura González, Gonci de nombre artístico en sus trabajos como realizador cinematográfico y más conocido en la ciudad por haber sido el fundador en Oviedo de Calzados Casino, la marca familiar que su padre puso en marcha en Zamora y que él trajo a Oviedo en una expansión familiar, ya casado y con seis hijos, a mediados de los años setenta.

Gonzalo González "Gonci", el hombre de la cámara que retrató la Losa

Un fotograma del reportaje de Gonzalo González. / Chus Neira

El amor por las cámaras y su pasión por filmarlo todo le viene acompañando desde siempre. Ya cuando estaba en su ciudad natal empezó a registrar vídeos de cuestiones singulares. Así hizo con la Semana Santa Zamorana, de la que produjo reportajes históricos donde el audio de los pregones se mezcla con imágenes de distintos años y todos los pasos. En todos esos proyectos puso, además, arrojo y pasión. Cuenta por ejemplo la vez que acompañó a un grupo de zamoranos a la Catedral de Santiago en un año jacobeo. Ellos llevaban a la Virgen de la Concha, patrona de Zamora, y al llegar al templo compostelano lo vio tan lleno en la misa del peregrino que le comentó a un amigo: "mira qué bonito sería grabar desde el púlpito". Y allí se fue, en mitad de la ceremonia, instaló el trípode, hizo unos planos y al salir un canónigo le llamó con unos gestos. "Ya se la cargó Gonzalo", pensaron los zamoranos. Nada más lejos, el sacerdote quería asegurarse de que salía él en el vídeo y de que el trabajo se vería en Zamora, de donde era oriundo y conservaba familia. Todos esos trabajos no tenían nada que ver con el oficio familiar, las tiendas de Calzados Casino en Zamora, León, Salamanca, Valladolid. Él seguía con su padre, que un día le dijo: "Tú no te puedes quedar en Zamora". Recorrió todo el norte de España buscando donde hacer la expansión, desde Coruña a San Sebastián, y en una de esas expediciones hizo alto en Valladolid, donde trabajaba entonces su amigo el periodista asturiano Esteban Greciet, recientemente fallecido. Fue Greciet quien le sugirió asentarse en Oviedo, ante las dudas de Gonzalo González, que no paraba de preguntar: "¿Pero no llueve mucho?". "No tanto, no tanto", contestaba su amigo.

Gonzalo González "Gonci", el hombre de la cámara que retrató la Losa

Gonzalo González "Gonci", con su cámara, en la terraza de su casa. / Irma Collín

El traslado acabó siendo un éxito. E incluso llegó a sacar provecho de la climatología, como esa otra vez en que se presentó al concurso del Centro Asturiano de las Fiestas de Covadonga y el día en que había que filmar estaba con niebla, desapacible y con ganas de seguir en la cama. Pero Gonzalo se lanzó al club de campo, dejó un magnetófono entre la neblina para captar el ambiente y fue tomando imágenes de todo por el Centro. Le dieron el primer premio en aquel concurso de cine de las Fiestas de Covadonga.

Con un método artesanal, una moviola casera y la colaboración de amigos como Primitivo Luengo en Radio Nacional, Gonzalo González no dudó en que la Losa era una oportunidad para documentar "una gran obra". Durante dos años grabó sin descanso, se ganó al jefe de estación y al director de la obra, le avisaban de la llegada de piezas y obras importantes, y acabó presentando el reportaje en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA con la bendición del Alcalde, Gabino de Lorenzo, quien se encargó de que cada uno de los asistentes se llevaran una copia del documental.

Gonzalo González "Gonci", el hombre de la cámara que retrató la Losa

González, entrevistado en su documental. / Chus Neira

Nunca hizo ficción y siempre buscó la mejor ubicación para la cámara. Los artificios los ponía en el montaje, con algunos efectos especiales y mucho humor en los rótulos. El riesgo que corrió grabando a veces fue pequeño, como el viaje a Mallorca en el que toda la familia esperaba en el avión y su mujer, Pilar Gómez-Sandoval, explicaba al comandante que su marido estaba grabando vídeos por la pista, y otras veces muy grande, como cuando quiso grabar una mascletá en las fallas de Denia y se puso tan cerca que la descarga le reventó los tímpanos. Conserva problemas de audición de aquel incidente pero, ríe con mucho humor, hoy tiene un DVD magnífico en el que las explosiones se ven muy bien y con el mando a distancia puede regular el volumen para que no le haga daño.

Ya retirado de todas aquellas labores, conserva todavía sus cámaras como oro en paño junto a los recuerdos de viajes y un centenar de trabajos en bruto y editados y celebra que de entre sus nueve nietos haya ya uno, Nacho Izquierdo, que parece seguir sus pasos en el audiovisual y que ya ha empezado con los cortos.

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