Ordás, música y solidaridad

El violinista y la pianista Yelyzaveta Tomchuk unen fuerzas en un recital para recaudar fondos para luchar contra el cáncer

Gabriel Ordás, durante el concierto de anoche en el Auditorio. | Fernando Rodríguez

Gabriel Ordás, durante el concierto de anoche en el Auditorio. | Fernando Rodríguez / J. Mallada

Jonathan Mallada Álvarez

Jonathan Mallada Álvarez

"Algunos días no habrá ninguna canción en tu corazón. Canta de todas formas". Bajo esta cita de Emory Austin, todo un mensaje de lucha y humanidad, se desarrolló anoche el concierto solidario protagonizado por Gabriel Ordás (violín) y Yelyzaveta Tomchuk (piano) a beneficio de la Asociación Española Contra el Cáncer de Asturias y la Asociación de Familias de Niños con Cáncer del Principado , Galbán. De hecho, dos representantes de estas instituciones (Yolanda Calero y Luis Arranz, respectivamente) fueron los encargados de introducir el recital, subrayando que, mediante este acto (en colaboración con la Fundación Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Oviedo), se confirma por primera vez la alianza de ambas asociaciones y que la totalidad del importe recaudado iría a parar a la investigación contra el cáncer infantil. No es de extrañar, por tanto, la buena entrada que presentaba la sala de cámara del Auditorio Príncipe Felipe, donde se reunió un nutrido y animoso público con el doble objetivo de ayudar a la lucha contra la enfermedad y deleitarse, durante hora y media, con el talento del dúo musical.

Gabriel Ordás, durante el concierto de anoche en el Auditorio. | Fernando Rodríguez

Voluntarios de Galbán, en el vestíbulo del Auditorio. | Fernando Rodríguez / J. Mallada

A todo ello se unió la confección de un programa, netamente español, repleto de atractivo, formado por obras de Nin, Sarasate, Granados, Falla, Albéniz (particularmente destacadas el "Capricho vasco" o la "Danza española de La vida breve") o el propio Gabriel Ordás, donde el joven asturiano y la pianista acompañante se mantuvieron compenetrados y exhibieron un nivel extraordinario, con elegancia en la emisión y una articulación muy cuidada que despertó los "¡Bravos!" del público, que despidió en pie a los artistas.

Público asistente, en los minutos previos al inicio del concierto, y a la derecha, voluntarios de Galbán, en el vestíbulo del Auditorio. | Fernando Rodríguez

Público asistente, en los minutos previos al inicio del concierto. / J. Mallada

También fueron muy bien acogidas las "tres piezas para violín y piano", compuestas por Ordás a lo largo de su ya dilatada trayectoria y que ha adaptado para presentar de forma agrupada en esta ocasión, que, en vista del éxito y de las palabras de los organizadores, será el principio de una fructífera relación.

Ante semejantes muestras de entusiasmo, Ordás ofreció al piano una de sus composiciones a modo de propina.